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OPINIÓN - VIERNES, 4 DE FEBRERO DE 2011

 
OPINIÓN / COLABORACION

Ceuta, con virgulilla en la E (E de España con eñe)

Por Nuria de Madariaga


Hablemos de símbolos patrios, idiosincrásicos y españoles con eñe. ¿Acaso nos identificamos con un ikebana? Pues no. Porque el ikebana es arte decorativo floral japonés y, si acaso, para que nos definiera tendríamos que montarlo con un par de claveles y un polvorón en relieve sobre la figura en negro recortada sobre rojo y gualda de un toro de Osborne.

Con los toros sí nos identificamos y no caeré en la broma de mal gusto de decir que unos más que otros. Pero, de lo que se trata es de reafirmar las raíces, exaltar en la descafeinada Europa, nuestros arquetipos ancestrales y reafirmar nuestra innegociable españolidad. ¿Y existe algo más inequívocamente hispano que la eñe? Y conformando un todo con la consonante, la virgulilla identificativa. Les digo que, los próximos años, serán los de la exaltación de la virgulilla a nivel marketing, como altiva respuesta a tentativas de desmembramientos a fuerza de nacionalismos, separatismos, independentismos y demás hierbajos parasitarios. Es una especie de legitimación del posicionamiento autóctono. Sin relativismos, dejaciones ni renuncias pretendidamente apaciguadoras.

Si somos españoles lo somos con eñe y ese extremo hay que reivindicarlo hasta sus últimos extremos y consecuencias. ¿Qué les parece? ¿A que me he lucido con la exposición? Pues eso no es nada, de hecho si me encontrara más incentivada abusaría aún más de la riqueza idiomática del español con eñe. Pero, como los incentivos son escasos y el compromiso abundante, me pongo límites y fronteras. Porque los límites tienen que existir y las fronteras también y los perímetros de seguridad en las urbanizaciones privadas y el “reservado el derecho de admisión” en los clubes con socios y en las peñas gastronómicas. Así como la separación por sexos en los servicios públicos, por ahora, porque, después de la ley antitabaco con su pachanguéo de dimes y diretes, “estos de ahora” van a enredar con el consumo de alcohol y luego van a aplicar las leyes antidiscriminación a las toilettes ¿Qué es eso de identificar por sexos poniéndole a la dama una faldita y al caballero unos calzones? Claramente ilegal. Vale, que sigan, que luego llegaremos los peperos con las rebajas y todo esto se va a dar la vuelta como un calcetín.

Pero, mientras los gobernantes no saben ya que medida impopular pergueñar, para que ”no nos demos cuenta” de que la canciller Ángela Merkel ha venido a España con eñe a ponernos firmes, a corregir nuestros deberes y a ofrecernos la limosna de dar trabajo a nuestros cerebros más brillantes, porque le da lástima ver como lo está pasando lo mejor de nuestra juventud, nosotros, el pueblo llano y soberano que madruga, bien para ir a trabajar, bien para hacer cola en el INEM, nosotros seguimos con lo que nos queda : reivindicarnos. Y salvar la honra. Esa palabra hermosa que ha presidido nuestra Historia, desde la civilización de los atlantes a las rutas del románico, desde el Camino hasta los templarios, desde los tercios de Flandes a Cuba y que viva la madre que nos parió. Siempre con eñe. Opino que, el más honesto homenaje que podemos brindar a esa Historia gloriosa (disculpen ¿se puede decir gloriosa o puede herir susceptibilidades? Vale, pues si las hiere que se jodan) el mejor reconocimiento es jalear nuestra sempiterna virgulilla y asociarla automáticamente, no tan solo a la racial eñe, sino a todas las E del nombre de nuestras ciudades, porque son E de España con eñe y eso es tan nuestro como el rosario de la aurora, el jamón de bellota, la fabada (la gente fina la toma siguiendo las normas del feng shui) el canto de la saeta y la poesía con la métrica de Federico.

¿Qué murmuran injuriándome, con lo que demuestran que carecen de empatía? ¿Qué la exaltación de la eñe y de la virgulilla enfurecerá a “estos de ahora”?Claro, porque no se les ha ocurrido a ellos sino a nosotros ¿Qué los catalanes rabiarán? Más van a rabiar cuando les llenemos Cataluña con eñe de toros de Osborne y de corridas a las cinco en los cosos de allí y toreando José Tomás que ya estará repuesto. ¡No les quedan cuentas que echar a los nacionalistas! pero, de entrada, sería un detalle elegante comenzar a realzar la “e” de Ceuta con la virgulilla y exigir a los fabricantes de ordenadores que, en los teclados aparezca suelta y como signo nuestra aérea seña de identidad patria. Pero mientras tanto pido para Ceuta la virgulilla en la “e” de España con eñe. Y, de verdad, es por convicción, que no por provocar.
 

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