La cercanía de los comicios
autonómicos del mes de mayo posibilita el que los ciudadanos
y ciudadanas puedan comparar y valorar en su justa medida
las diferentes promesas electorales planteadas por las
formaciones políticas que concurrirán a estas elecciones. En
esta ocasión, debo centrarme en las manifestaciones vertidas
la semana pasada por la coalición Caballas en las que
acusaba al Ejecutivo local de “acribillar” los bolsillos de
los más humildes a través de un supuesto incremento en la
presión fiscal, añadiendo a continuación la promesa
populista de suprimir las actuales tasas de basura y
alcantarillado así como, la de disminuir significativamente
los impuestos que gravan a vehículos y carburantes.
Los portavoces de la coalición argumentan sus acusaciones en
un análisis frívolo de las cuentas de ingresos y gastos
incluidos en los Presupuestos de la Ciudad Autónoma de Ceuta
para el presente ejercicio obviando intencionadamente, que
el incremento en la recaudación de las tasas indicadas por
ellos se producen como consecuencia directa de la mejora
experimentada en los servicios encargados de esta labor.
Debo puntualizar, que unificar en una misma factura los
conceptos de alcantarillado, recogida de basuras y consumo
de agua potable ha posibilitado que un mayor número de
ciudadanos y ciudadanas abonen la prestación íntegra de los
tres servicios señalados ya que, muchos de estos
contribuyentes desatendían sus obligaciones ciudadanas con
anterioridad.
Es gratificante comprobar como esta coalición, además de
acusaciones, críticas y falacias, también ofrecen a la
ciudadanía propuestas aunque, en absoluto nuevas puesto que,
en el programa electoral elaborado por el PSPC para las
elecciones de 2007 ya incluían la supresión de las tasas
mencionadas así como, las de Guarderías, Tercera Edad,
Juventud, Cementerio y Extinción de Incendios. No obstante,
debo recordar a nuestros lectores, que cuando el portavoz de
la coalición Caballas, Juan Luís Aróstegui, dirigía la
gestión económica de la ciudad, sus planteamientos eran
diametralmente opuestos a los actuales puesto que, en
aquellos momentos se incrementaron todas las tasas
municipales, se aprobó la implantación de una nueva figura
impositiva, el Impuesto de Radicación, declarada
posteriormente nula por el Tribunal Superior de Justicia de
Andalucía y se instalaron los parquímetros en el centro de
la ciudad. Decisiones, que incrementaron la presión fiscal
real sobre la ciudadanía en un 166%.
En definitiva, corresponderá a la ciudadanía valorar en los
próximos meses y actuar en consecuencia en relación a las
incoherencias de un político, que les obsequia con promesas
populistas cuando se encuentra inmerso en campaña pre
electoral pero, adopta decisiones totalmente contradictorias
cuando alcanza responsabilidades políticas. Debo indicarles,
que todas las informaciones incluidas en esta colaboración
pueden ser contrastadas puesto que, han sido extraídas de la
hemeroteca del decano de los medios escritos de la ciudad
por tanto, en ningún caso pueden ser catalogadas como
interpretaciones partidistas o tergiversaciones de la
realidad.
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