Felipe González una gran
presidente y un hombre de Estado, lo dijo con claridad
meridiana, él no esta jubilado y lo que recibe del Estado
por ser ex – presidente, no es una pensión de jubilación,
sino una cantidad compensatoria como tienen todos aquellos
que han sido presidentes de cualquier país del mundo.
Es lo mismo que le sucede a otro de los grandes presidentes
que ha tenido España, Aznar, que no esta jubilado y por
tanto lo que recibe del Estado no es una pensión de
jubilación sino a igual que Felipe una cantidad
compensatoria como tienen todos aquellos que han sido jefe
de Estado en cualquier país del mundo.
Algunos creen que los cargos que, en estos momentos, tienen
con empresas privadas no deberían ser compatibles con lo que
reciben del Estado y, por tanto, dejar sus puestos en las
empresas privadas en las que están prestando sus servicios.
Esos sueldos o cómo le quieran llamar que le dan a todos
aquellos que han sido presidentes del Gobierno en nuestro
país a igual que en le resto de los países del planeta están
más que justificados, pues, con sus aciertos o su errores,
se lo han ganado a pulso.
Hoy que tanto se habla de que se debería premiar la
productividad en el trabajo, la labor de los mencionados
presidentes de España, ha sido muy productiva, le pese a
quien le pese.
Si medimos la productividad llevada a cabo en sus trabajos
por sus señorías, diputados, senadores, alcaldes,
concejales, consejeros y demás, algunos incluso deberían
devolver los sueldos que han percibido, porque su
productividad en beneficio de los demás ha sido nula.
Suárez, González y Aznar han sido los mejores presidentes
que ha tenido España desde la instauración de la democracia,
aunque a la señora María Antonia Iglesia no le guste ni tan
siquiera que se nombre a Aznar, para ella el culpable de
todos nuestros males y apurando mucho la cosa, de todos los
males que acechan al mundo mundial.
No sólo Aznar es lo más malo que le puede llegar a la
Humanidad. Para esta señora, cuya vida guarde Dios muchos
años, lo peor, la mayor desgracia que le puede caer a un
país o ocurrirle a la Humanidad es que exista la derecha.
Una derecha retrograda y que no tiene razón de ser.
Por el respeto que me merecen los ancianos y mirando la
canas que portan sobre sus cabezas, a pesar de los tintes
dados en las peluquerías me reservo mi particular opinión
sobre la mencionada señora, una de las más grandes
demócratas que he conocido, a pesar de que no acepte la
existencia de otros partidos, de otras ideas que no sean las
suyas forofa defensora de las mismas. Cosa que m parece
perfecto, siempre que no se menosprecie a quienes no las
comparten.
A cierta edad, lo mejor que se puede hacer es quedarse uno
en casita viendo la tele o haciendo calcetas, evitando
aparecer en ninguna tertulia televisiva diciendo chorradas
que cuando son criticadas por los contrarios, se recurre al
insulto cono defensa de la teoría por la razón de la fuerza,
más que por a fuerza de la razón.
Hay que cuidarse, mucha sopita caliente y una manta sobre
las rodillas mientras vemos la tele y acariciamos la gato.
Chorradas las justas, hija mía.
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