La comunidad hindú de Ceuta, compuesta por 750 fieles,
celebró ayer, en su templo, una ceremonia con ofrenda floral
y rezos, en memoria del líder político y religioso Mahatma
Gandhi, coincidiendo con el día internacional de la no
violencia, que fue el pasado 30 de enero. Al acto, además de
los miembros de la comunidad, acudieron diversas autoridades
de la ciudad, como el presidente autonómico, Juan Vivas.
”Yo soy budista, cristiano, musulmán y judío”, dijo Mahatma
Gandhi. Solo quería fomentar el respeto entre religiones, la
paz como único camino. Así lo recordó Prakash Ratan, quien
ofició, ayer en el templo hindú, los actos en conmemoración
del asesinato del líder religioso, en motivo del Día
internacional de la Paz, celebrado el 30 de enero.
La comunidad hindú, que componen en Ceuta 750 personas, y
que preside Ramesh G. Chandiramani, celebró una ofrenda
floral y un ‘aarti’, unos actos a los que también acudieron
autoridades de la ciudad, como el presidente de Ceuta, Juan
Vivas -al que la comunidad hindú obsequió con un recuerdo de
Gandhi-; el delegado del gobierno, José Fernández Chacón; la
consejera de Educación, Cultura y Mujer, Mabel Deu; los
socialistas Inmaculada Ramírez y José Antonio Carracao; o el
presidente de la federación provincial de asociaciones de
vecinos, Pepe Ramos; además de líderes de las cuatro
comunidades religiosas que cohabitan en Ceuta.
El acto por la ‘ahimsa’, la no-violencia, finalizó con el
reparto de ‘prasad’, frutos secos bendecidos, entre todos
los presentes.
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