El robo de vallas de obra y equipamiento urbano (husillos,
alcantarillas o bolardos) se ha convertido en una tónica
general en los últimos meses. Tal y como informó EL PUEBLO
el pasado 28 de noviembre, las empresas, tanto públicas como
privadas, son las más afectadas ya que sustituir el material
sustraído supone “un coste elevado”.
El robo de equipamiento urbano se ha convertido en una
tónica general en los últimos meses. Las actuaciones más
recientes en este sentido se han producido en pleno centro
de la ciudad durante la semana pasada, en zonas concretas
como “los husillos ubicados junto al Casino o en plena plaza
de la Constitución”. También en barriadas como Benítez, Juan
Carlos I y la carretera del Serrallo se han producido estas
sustracciones. La mayoría del material que suele desaparecer
pasa por las vallas de obra, bolardos y barandillas de acero
inoxidable.
El hierro es el material que se busca para, después de
cruzar por la frontera del Tarajal, ser vendido en
Marruecos. Algunas de las fuentes de las empresas afectadas
por esta situación aseguran, tal y como ya explicaron a EL
PUEBLO cuando alertaron de esta situación el pasado 28 de
noviembre, que “cuando se rompen los bolardos o hay algún
accidente y se sueltan desaparecen de forma inmediata”.
Por otra parte, en cuanto a las tapas de alcantarilla que se
encuentran por las calles, el ‘modus operandi’ de los cacos
es sencillo. Según testigos, paran su vehículo encima de una
de éstas y después fingen tener una avería. Levantan con el
gato una parte del coche y, cuando observan que no hay nadie
alrededor que pueda descubrirles, se meten por debajo del
vehículo y guardan ‘el preciado tesoro’.
En cuanto a las obras se refiere, aunque la mayoría de los
robos se producen en las vallas, si se queda algún material
suelto, también se lo suelen llevar, aseguran estas fuentes.
El problema principal es que “esto supone un coste elevado”,
explican. Además, en la frontera “no se les pone ningún
problema y continúan pasando con el material robado”.
Además, “el constante desguace” de vehículos en Ceuta y su
posterior abandono “es también por la misma causa”.
A una de las empresas de construcción más importantes de la
ciudad ya se le han sustraído un total de 150 vallas. En
relación a los bolardos, un 80% de los que se cambian,
desaparece. Otros robos comunes son los referentes a la
fibra óptica y cobre, aseguraron las fuentes.
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