De no mediar el Gobierno de la Nación, las sucursales del
Banco de España de Ceuta y Melilla cerrarán el 31 de mayo.
No hay vuelta de hoja para el Comité Ejecutivo del Banco
que, antes de decidir sobre el cierre, consultaron con el
Gobierno, del que obtuvo el visto bueno a través del
Ministerio de Economía y Hacienda. Así lo trasladó el
subgobernador del Banco de España a los parlamentarios de
Ceuta y Melilla en una reunión mantenida ayer. Para los
representantes de las dos ciudades autónomas, el hecho de
que el Estado haya sido el que diera el sí definitivo ha
causado sorpresa porque el Estado lo había negado hasta
ahora.
Contrariados y pesimistas. Así se mostraban los dos
diputados y los cuatro senadores de las ciudades autónomas
de Ceuta después de la reunión mantenida ayer con el
subgobernador del Banco de España, Javier Aríztegui, al que
acompañaron dos directores generales, el de Recursos Humanos
y el responsable de sucursales.
Los altos dirigentes del Banco de España expresaron las
razones que determinaban el cierre “por decisión firme” de
las sucursales de Ceuta y Melilla y que estaban directamente
relacionadas -dijeron- con asuntos puramente económicos en
función de la ya escasa actividad de estas oficinas en las
dos ciudades. La misma suerte correrán otras sucursales del
Banco a lo largo y ancho de la geografía española. Los
diputados, Francisco Márquez (Ceuta), y Antonio Gutiérrez
(Melilla) y los senadores Nicolás Fernández Cucurull
(Ceuta), Luz Elena Sanín (Ceuta) y María del Carmen Dueñas
(Melilla) participaron de este encuentro
El subgobernador dio cuenta de cómo seguirán desarrollándose
las actividades en Ceuta una vez que la sucursal deje de
estar operativa y cuál será el futuro de las once personas
que se encuentran actualmente trabajando en la ciudad.
El Banco de España piensa que en Ceuta sólo se realizan
funciones de sustitución de billetes y de depositaría de
moneda. A partir de que deje de desarrollar esas funciones,
las delegaría en alguna sucursal bancaria de las de la
ciudad con el apoyo del propio Banco de España a la hora del
traslado de billetes con los vehículos propios o contratados
por el banco central español.
Respecto del personal, el Banco de España ofrecerá siete
prejubilaciones en términos ventajosos y se trasladarán sólo
a cuatro de los trabajadores que actualmente prestan sus
servicios en Ceuta.
Gran sorpresa
El Comité Ejecutivo adoptó la decisión del cierre de las
sucursales de Ceuta y Melilla, tras el visto bueno del
Ministerio de Economía y Hacienda.
El diputado por Ceuta, Francisco Márquez destacó esta
“novedosa” y sorpresiva información aportada, porque hasta
ahora se había negado tal cuestión desde el Estado.
Los representantes de Ceuta y Melilla argumentaron lo dicho
en no pocas ocasiones: “La implantación de las sucursales
del Banco de España en las dos ciudades no pueden atender a
criterios de orden técnico económico y de eficiencia y
operatividad, ni siquiera por cuestiones de coste, sino que
deben contemplar otra serie de razones”.
De hecho, el subgobernador del Banco de España reconoció que
en 2002 cuando se inició el proceso de desimplantación de
sucursales se decidió no tocar las de Ceuta y Melilla por
razones de singularidad.
La pregunta sobre porqué antes no y ahora sí quedó en el
aire. Los parlamentarios del PP mantienen que el Banco de
España no puede irse de Ceuta y Melilla por razones de
representatividad institucional, de garantía y de presencia
por encima de condicionantes económicos. “Sería absurdo
tener que cerrar todo aquello que fuera rentable: desde el
puerto de Ceuta pasando por el helipuerto y otras
instituciones poco rentables”.
Depende del Gobierno
Sólo una decisión a última hora del Gobierno de la Nación
distinta a la tomada pudiera hacer que el Comité Ejecutivo
del Banco de España reconsiderara su actual postura de
cierre. Márquez aseguró que con un Gobierno del PP la
sucursal no cerraría.
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“Tendrá que comparecer en el Congreso el Gobernador”
Los diputados, a través del Grupo
Parlamentario Popular en el Congreso realizarán una
interpelación a la ministra de Economía y Hacienda y pedirán
la comparecencia del Gobernador del Banco de España para que
informe sobre la retirada de las sucursales de Ceuta y
Melilla. Resulta interesante que se explique por qué en 2002
no se cerraron por causas de las singularidades de ambas
ciudades y ahora en 2011 se ha obviado ese carácter.
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