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OPINIÓN - DOMINGO, 30 DE ENERO DE 2011

 
OPINIÓN / Ceuta a vista de guiri

Minu y el camino hacia el interior

Por Nuria de Madariaga


Los soldados del Imperio de Roma, cuando partían hacia las batallas y a invadir y molestar a los pueblos, llevaban lo que en latín se decía la “impedimenta” que es entre equipaje e intendencia. Y eso mismo es lo que hay que averiguar cuando se llega a una nueva ciudad : el abastecimiento.

El mercado ya sabía donde está porque lo había visto y además en temas de alimentación soy austera, tipo “yo no me gasto en almorzar en un restaurante lo que me cuesta un libro, el libro me alimenta más y lo puedo utilizar más veces, es decir, me alimenta muchísimo más”. Así que, por mis aficiones, pregunté por una buena librería de Ceuta. Me dijeron una. Llegué. Y me amargué.

Estoy mal acostumbrada a llegar a una librería y dirigirme automáticamente a las estanterías de salud y crecimiento. Y suelen tener gloria bendita porque lo más in en el sur son la salud y el crecimiento interior. No hablo de “La dieta de la zona” ni de la cantidad abrumadora de textos saludables que dan recetas para controlar el colesterol y la hipertensión, como no cocino ni estoy dispuesta a hacerlo, las recetas cardiosaludables me importan más bien nada.

Yo tiro más por el apartado de nutrientes y neuronutrientes que, como los compras en farmacia y parafarmacia te los tragas directamente y no tienes que encender la lumbre para encontrarte con niveles óptimos a nivel sangre.

Me amargué y me decepcioné, ni nutrientes, ni crecimiento, ni conocimiento, ni esoterismo, allí se abusaba del best seller y del material escolar.

Resignada y pidiendo la intervención de mi ángel guardián rogándole que me librara de la deshidratación de conocimiento, eché a andar. Cuando no trabajo ni estudio ando, si me paro a tomar un café entonces leo, porque tempus fugit y a mi edad más. Y al bajar por una calle, me topé con una pequeña librería “Amrapur” eché una ojeada automática y me paralicé ante un título “Cambia tu cerebro cambia tu cuerpo” de Daniel G. Amen. ¡Estos eran de los míos!. Entré veloz, un chico guapo me atendió y le pregunté “¿Cómo es que resulta tan pequeña una librería tan importante?”. Porque era un minitemplo de la sabiduría.

Regresé a ver si habían llegado los libros que he encargado y conocí a Minu Sunderdas, pura sincronicidad. Malagueña, ha estudiado en el Cerrado de Calderón con mis hermanos, vivía cerca de mi casa, tema “sincrodestino” y encima ¡Conoce a Deepak Chopra!. Tertulia improvisada, un negrito que llega con un papel y bastante maltrecho a hacer una fotocopia, Minu ojea el folio y no le cobra : el pobre hombre iba a fotocopiar la denuncia que acababa de presentar porque le habían majado a palos. Cuando el ángel morenito que trabaja de librera del camino hacia el interior, le dice que no le cobra el negrito sonríe y se emociona. Ese lugar es un parque temático de la serenidad gestionado por una Maestra de Reiki, por una maga sanadora, es un bálsamo para el espíritu. Bueno, relativo. Porque, en la esquina de la izquierda, semioculto por la estantería hay un movimiento y un barullo de risas, revolotean plumas blancas, aviso al hada Minu “Oye, que ahí la están liando”. Se dirige hacia el rincón y la oigo regañar a los querubines que se van contritos hacia el fondo del negocio entre un rumor de alas. Trato de echar un cable “No les riñas, son pequeños! Minu les señala con el dedo “¡Pequeños y revoltosos!”.

Hablamos de libros, de autores y de sentimientos, me regala “Un ángel para cada día” porque le digo que vivo sola, me compro como autorregalo por haberme portado bien toda la semana un libro de Brian Weiss “Muchos cuerpos una misma alma” encargo dos libros de la colección para “Dummies” de Planeta y me siento en casa.

Ese lugar mágico es posada y supermercado para abastecerse para el camino hacia el interior, un fielato espiritual con las estanterías cargadas de conocimiento. He tenido mucha suerte y doy gracias a Dios por ello, mi primera amiga ceutí-malagueña es un hada, se llama Minu, pone orden entre los ángeles más chiquitos, como maestra, me va a explicar el alma del Reiki y sabe proporcionar claves y contraseñas para el camino hacia el interior.

Apuesten algo a que ha sido una experiencia feliz.
 

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