En el día de hoy, corresponde analizar en profundidad dos de
los puntos incluidos en el orden del día del primer pleno
extraordinario celebrado en la tarde noche del lunes 14 de
noviembre de 1988. Debemos recordar a los lectores, que este
fue el primero de estas características del nuevo equipo de
Gobierno municipal compuesto por el Partido Socialista
Obrero Español, Partido Socialista del Pueblo de Ceuta y
Centro Democrático y Social. Debemos aclarar, que ambos
puntos fueron presentados y defendidos por el portavoz
localista, concejal de Economía y Hacienda, Juan Luís
Aróstegui, incumpliendo claramente sus planteamientos
programáticos.
En el primero de ellos, quien hasta ese momento había
mostrado su total rechazo a las intenciones del anterior
equipo municipal en relación a incrementar la presión fiscal
sobre la ciudadanía, cambiaba completamente sus intenciones
y se convertía en el único protagonista en la presentación
para su aprobación de una nueva figura impositiva, que
gravaría la radicación de nuevas empresas en nuestra ciudad.
Decisión totalmente contraria a las políticas desarrolladas
hasta ese momento por los gobiernos de España con decisiones
tan significativas como la exención del cincuenta por ciento
en el IRPF, en el impuesto de sociedades e incluso, en la
exclusión del impuesto sobre el Valor Añadido.
En el segundo caso, el líder localista presentaba para su
aprobación plenaria una vieja reivindicación de sus socios
en el Gobierno municipal, Antonio Vázquez y José Luís Chaves,
la compra del edificio de la Unión África Ceutí propiedad de
la extinta Caja de Ceuta. Debemos recordar, que la entidad
deportiva mencionada estaba dirigida por los máximos
representantes del CDS, quienes participaron activamente en
la votación a pesar de los intereses que defendían. Debemos
señalar, que los informes técnicos elaborados por el
arquitecto urbanista del propio Ayuntamiento desaconsejaban
la compra del inmueble para los fines propuestos por el
equipo de Gobierno.
Decisión, que supuso el primer acercamiento del concejal de
Economía y Hacienda con los dirigentes de la Caja de Ahorros
de Ceuta, entidad financiera creada en 1937, que finalmente
sería vendida a Caja Madrid. En definitiva, los lectores
pueden observar como, desde los primeros instantes, los
intereses personales primaban sobre los intereses generales
de una ciudadanía, que comprobaría con el paso de los meses
las incongruencias de un líder político, que había
desatendido completamente sus promesas electorales.
PD. Los militantes de esta formación política, afiliados a
la central sindical CCOO, aún esperan las disculpas sinceras
de su secretario general, Juan Luís Aróstegui, con motivo de
los insultos vertidos contra ellos en su columna de opinión
de los jueves.
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