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OPINIÓN - SÁBADO, 29 DE ENERO DE 2011

 

OPINIÓN / MIS COSAS

Mis cosas
 


ADE
ade
@elpueblodeceuta.com
 

Hemos escrito, por activa y por pasiva, que hay que cambiar la Ley del Menor. Una ley que se ha quedado obsoleta para los tiempos que vivimos. Pues, bien, Antena 3 en una de esas encuestas que suele hacer cada día, sobre temas de actualidad que preocupan a los españoles, los otros días preguntó lo siguiente: ¿Cree usted que hay qué cambiar al Ley del Menor?. Y la repuesta de los internautas fue de un 96 % que constataron afirmativamente y un cuatro que contestaron lo contrario. La mayoría, como fácilmente se pudo comprobar, fue aplastante.

Da la sensación de que quienes hicieron la citada ley, están muy lejos de acercarse a la realidad de la vida, a esa cruda realidad que cada día está en la calle, esa calle que es la mejor universidad del mundo, donde se aprende a diferenciar lo bueno de lo malo, haciéndonos escoger el camino recto o por el contrario el que se desvía del mismo.

Desde mi particular punto te vista, están tan lejos de la cruda realidad, como yo de ser presidente, por un suponer, de Lituania, obispo de Roma o presidente del Gobierno español. Bueno, a decir verdad, ser presidente del Gobierno español tengo cierta oportunidad, aunque sea remota, pues solo basta ser español, mayor de edad y saber leer y escribir. O sea que cualquier español puede conseguir ese cargo reuniendo las condiciones necesarias, anteriormente explicadas.

Cambiar la Ley del Menor, adaptándola a la época en la que estamos viviendo es de lo más fácil del mundo, acabando con esos privilegios que tienen los menores y que, en verdad, hoy día no tienen razón de ser por la sencilla razón de que, en los momento actuales, a diferencia de mí época y de otras generaciones posteriores a la mía donde con dieciséis años seguíamos siendo niños, hoy con dieciséis años la niñez se ha quedado a un lado, para portarse, en la mayoría de los casos, cono adolescentes.

Ya que copiamos tanto de otros países, precisamente los que más copian son nuestros jóvenes, tomemos buna nota de esos otros países donde existe otra Ley del Menor que, precisamente, está dando unos buenos resultados.

En algunos de esos países, se envía al menor que ha cometido un asesinato a un sicólogo, y si ése dictamina que su edad real corresponde a la un adolescente se le juzga como tal y va a dar con sus huesos en la cárcel.

Para no copiar de nadie, lo vamos a poner más fácil. Si tiene dieciséis años y ha cometido un crimen se le envía a un centro hasta que cumpa la mayoría de edad. Una vez tenida la mayoría de edad se le juzga por asesinato que cometió, y si la condena es de doce años, pues solo cumplirá diez ya que los dos anteriores los ha cumplido en un reformatorio.

Si esos menores supiesen que se les juzgaría al llegar a la mayoría de edad como un adulto cualquiera, seguro que muchos de ellos se lo pensarían antes de cometer un delito. Esa ley se le aplicaría no sólo al que cometa un asesinato sino a cualquier delito cometido por estos menores.

La Ley del Menor hay que cambiarla ya, por le bien de la sociedad para acabar con tantos niños que se aprovechan de ser menores de edad para cometer delitos.
 

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