El presidente de la Ciudad Autónoma y del PP regional, Juan
José Imbroda, puntualizó ayer que la denuncia presentada
hace casi tres años por su partido político por la presunta
compra de votos a cambio de un puesto en los planes de
empleo tenía como objetivo “limpiar la política de posibles
fraudes electorales para que no se repitieran más”. Imbroda,
a preguntas de los periodistas, quiso aclarar ayer que el
ánimo del PP no era ni mucho menor “meter a nadie en la
cárcel ni que le pongan una sanción de dos millones de
euros”. El líder popular apuntó que, con esta denuncia, el
PP ha hecho “una labor positiva para la sociedad”, ya que se
ha impedido que “se envalentonen” los que presuntamente
hubieran podido realizar estos supuestos sobornos en la
campaña electoral de marzo de 2008. “Si nosotros no
hubiéramos puesto esa denuncia, ¿qué estaría pasando en
estas elecciones?”, se preguntó Imbroda.
En este sentido, insistió en la gravedad de los hechos en
caso de que hubieran ocurrido realmente, ya que Melilla
“podría llegar a un punto en que se podría estar
subvirtiendo el orden constitucional democrático, que es la
libertad del voto en la urna”. Precisamente ése era el único
objetivo que, según Imbroda, persiguió el PP cuando presentó
la denuncia por el presunto fraude electoral del año 2008,
con el objeto de que fuera analizada e investigada por la
Justicia y las Fuerzas de Seguridad del Estado.
“Y si encuentran indicios o no de delito, si creen que hay
culpables o no, será un problema de la Justicia. Pero
habremos conseguido la posibilidad tan importante de quien
se presente a las elecciones no piense más ni por asomo que
aquí se pueden estar comprando votos presuntamente”.
|