Hay que agradecer al Universo el que existan personas con
buenas intenciones para con los demás. El talante generoso
escasea en nuestra globalizada época y cualquier muestra de
humanidad y de sensibilidad hacia los que antes se llamaban
“pobres” y ahora se denominan desfavorecidos, es decir, que
no gozan de los favores de la fortuna, repito, cualquier
muestra de bondad espiritual es elogiable y aplaudible.
Y, precisamente en Ceuta, he encontrado muestras y
testimonios de que hay quienes poseen una enorme grandeza
humana y me refiero concretamente a quienes desean hacer del
barrio de El Príncipe un lugar de interés turístico. Yo
ignoro qué puede interesarle a un turista de El Príncipe,
aunque he de confesar que no conozco el lugar más que por
una vez que fui en busca de mi majísimo facebukero Karim
Mohamed, que trabaja allí y que aprecia a los vecinos.
De hecho, siempre me ha causado extrañeza el que viniera de
visita a Ceuta hace unas fechas un señor, debía ser un
político, que había actuado en zonas un poco conflictivas,
como las Tres mil Viviendas sevillanas, para tratar de
adaptar los planes que se desarrollan en zonas calientes del
sur de la Península a la realidad de El Príncipe, es decir,
principesca, ceutí. Pero la verdad es que el tema de allí
nada tiene que ver con el tema de aquí. Y lo digo con
conocimiento de causa, porque he trabajado en temas de
integración gitana con la familia malagueña de los Fernández
Reyes, donde, su patriarca, el tío Luis, está muy
concienciado con la problemática de las barriadas y de los
poblados y me encuentro emparentada por la pila del bautismo
con los Mau Mau, con los Pichita y con los Chatitos, que son
a su vez familia de los Charros, los Romualdos y de los
Miami madrileños. Y no tiene nada que ver esto con aquello.
Yo, por mucho que indago no le encuentro la menor similitud.
Pero, si los socialistas quieren abrir la barriada de El
Príncipe al turismo y hacerla un foco de interés para los
visitantes y encima tienen el beneplácito de Madrid y de
Ferraz, seguro que lo consiguen, porque ellos son quienes
tienen los medios y entonces los ceutíes son muy
afortunados.
Les juro que nunca, jamás, cuando he tratado de poner mis
escasos conocimientos para tratar de ayudar en barriadas y
poblados marginales, nunca, ningún político, ni de la Junta
de Andalucía ni de los Ayuntamientos, ha tenido en momento
alguno la idea de hacer de esos lugares “atractivos
turísticos” como mucho y de forma bastante desconsiderada he
oído referirse a estas barriadas con apelativos como
“parques temáticos de la delincuencia” y decir por lo bajini
cosas tan “amables” como que “para arreglar esto había que
tirar el poblado y mandar a cada familia a un punto de
España, pero por separado, que no anden juntos que forman
camarilla”. Pero es buena idea eso del turismo como
revulsivo para el resurgimiento de zonas deprimidas, si lo
aplican el Ceuta supongo que se podrá exigir que se aplique
en la Península ¿O es que los desfavorecidos ceutíes tienen
más derechos que los desfavorecidos peninsulares? Si es así
y existe una discriminación en perjuicio de los de la
Península, es mejor que lo digan con claridad y rectitud,
porque, lo que hagan aquí yo lo pienso contar allí para que
reclamen igualdad de trato y no quiero quedar mal.
Para abrir el Príncipe al turismo supongo que se podrían
copiar del urbanismo del Albayzin, lo digo en plan
paisajístico y también a nivel establecimientos tipo
teterías y tiendas de souvenirs. Pero primero tienen que
quitar a os chicos que apedrean, porque tampoco es cosa de
que llegue el autobús cargado de guiris y descalabren a un
par de ellos nada más bajar, mayormente por la imagen que se
da de cara al exterior.
Pero lo fundamental es que hay buenísimas intenciones,
propuestas un pelín peregrinas, pero lo que cuenta es que se
tiene una actitud positiva, aunque, si en lugar de hacer
traer a sénecas de la Península para dar las lecciones del
maestro Ciruela, preguntaran a los hombres y mujeres que
trabajan allí, día a día, sobre el terreno y laten y sienten
cuanto acontece a los vecinos, como es mi amigo Karim
Mohamed, lo mismo obtenían soluciones sensatas , realistas y
lo que es más importante : factibles.
Mejor que, los de los proyectos faraónicos, pregunten a
Karim Mohamed, seguro que sus proyectos son más modestos e
infinitamente menos espectaculares, puedo jurar que, sus
propuestas no van a ser de las que den titulares de prensa y
atraigan a las televisiones para mayor gloria del político
de turno, pero, sus propuestas, como ha vivido el barrio,
serán desde el barrio y reflejarán necesidades reales,
concretas e inmediatas que se pueden acometer. Háganme caso
los de las buenísimas intenciones, vayan en busca de Karim.
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