La Federación de Servicios Públicos de UGT denunció ayer las
cuatro agresiones que han sufrido trabajadores de Urbaser en
la zona de la barriada Príncipe Alfonso desde el pasado 26
de diciembre. La última de ellas, que se produjo hace dos
días, se atacó a un empleado con un cuchillo de grandes
dimensiones. Asimismo, un individuo accedió al camión de
otro trabajador para intentar agredirle a punta de navaja.
Desde el Comité de Empresa se ha propuesto el cese de la
actividad laboral en la zona hasta que haya se garantice la
plena seguridad física de todos los trabajadores que
realizan el servicio.
Nuevo episodio violento en la barriada Príncipe Alfonso.
Ayer, la Federación de Servicios Públicos de UGT denunció
cuatro agresiones a trabajadores de Urbaser en esta zona. Al
parecer los altercados se habían producido en apenas un mes,
puesto que la primera de ellas se registró el pasado 26 de
diciembre y la última hace dos días.
Los empleados, según alertaron desde la organización
ugestista, habían sido víctimas en este último mes de dos
intentos de robos y de dos apedreamientos que habían tenido
como consecuencia la rotura de las lunas de un camión y de
una furgoneta.
De hecho, uno de los agredidos, quien prefirió mantenerse en
el anonimato por temor a posibles represalias, explicó ayer
a EL PUEBLO que había “sufrido un apedreamiento y la última
agresión, de hace dos días, fue a punta de navaja cuando un
individuo subió al camión de un compañero para intentar
atracarle”, señaló.
Por todo ello, indicaba que había decidido no acudir al
trabajo. Sin embargo, el delegado de la empresa Urbaser “ha
obligado a realizar el servicio a los compañeros que, por
miedo, han terminado por acudir a trabajar”, reconocía uno
de los agredidos. Ademas, para este trabajador “la empresa
se escuda en la Consejería para no darnos una solución a lo
que está sucediendo”.
Sin embargo, el Comité de Empresa ha propuesto el cese de la
actividad laboral en la zona del Príncipe Alfonso hasta que
se garantice la seguridad física de todos los trabajadores
que realizan sus servicios en dicha zona.
Precisamente, el secretario general de Servicios Públicos de
UGT, Juan Carlos Pérez, en declaraciones a este periódico
indicaba que “mientras no se vele por su seguridad, se
aconseja no trabajar en la zona porque un día va a suceder
un problema muy grave”, manifestó.
Ante la avalancha producida en las últimas semanas por
altercados varios servicios que operan en la zona, Pérez
considera que el Gobierno “debe tomar cartas en el asunto
para que se acabe con este problema, no se puede ir de esa
manera a trabajar”.
Incluso uno de los trabajadores agredidos teme porque
“cualquier día puede llegar a ocurrir algo mucho más grave y
tememos que tengamos que ir a visitar a un compañero al
hospital o, peor aún, al velatorio”. A pesar del miedo que
cunde entre los trabajadores de Urbaser “no queremos subir
escoltados por la Policía porque, de ser así, la cosa podría
terminar mucho peor”, manifestó uno de los empleados
agredidos.
Por su parte, uno de los responsables de la empresa, el
encargado general, Miguel Fabio, reconoció que “en esa zona
puede llegar a ocurrir algo muy grave y, evidentemente, si
la barriada Príncipe Alfonso se convierte en un lugar de
mucho peligro, “parece lógico que en esa situación los
trabajadores se nieguen a ir a trabajar”.
A partir de las 11:00 horas dará comienzo una reunión en la
Consejería de Medio Ambiente, con la participación del área
de gobernación. Allí se intentará dar respuesta a estos
incidentes denunciados.
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Hace tres años se produjo un incidente con un trabajador
que sufrió un corte en la cara
El comunicado enviado por la
Federación de Servicios Públicos de UGT también hacía
mención a la agresión física que hace tres años sufrió un
trabajador en la zona. Sin embargo, no es necesario
retroceder tanto en el tiempo para hablar de incidentes de
este tipo puesto que en las últimas semanas la bariada
Príncipe Alfonso se ha convertido en un hervidero de
sucesos. El último de ellos afectó a la Línea 8 de autobuses
y que sufrió episodios de actos vandálicos por parte de
jóvenes del barrio. De hecho llegó a plantearse la
posibilidad de que se suspendiera el servicio. Además, el
pasado 4 de enero una enfermera, en el desempeño de su
labor, fue abordada por tres menores de edad quienes la
rodearon sujetándole uno de ellos por la espalda y
amenazándola con un cuchillo si se movía. Sin embargo, la
intervención de un viandante evitó que el altercado fuera
mucho más grave. Episodios reiterados de inseguridad en los
últimos tiempos y que hacen necesarias medidas para paliar
problemas en el futuro.
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