Hoy además de besarme, me voy a
cantar el estribillo de la chirigota gaditana:”No tirarme
bocadillos de jamón que me voy a mosquear”. Y me beso y me
canto porque creo, con toda la razón del mundo mundial, que
me lo merezco. Me explico.
Día 18 de enero, en mi columna de colaboración escribo lo
siguiente. “Por eso, precisamente, por el detalle de la
jubilación a los 67 años es por lo que me estaba yo pensando
en el asunto. Si todos los españoles se tienen que jubilar a
los 67 años y haber cotizado veinte años de su vida laboral,
pues que esa ley sea para todos, pero cuando digo para todos
me refiero a todos los españoles, sin excepción alguna. Me
explico
Por qué razón a cualquiera de sus señorías, por siete años
en el puesto les queda el 80% de su jubilación y llegando a
los once años el cien por cien, y un currante cualquiera
tiene que cotizar durante 35 años para que le quede ese cien
por cien de jubilación. Si como nuestra Constitución
dice:”todos los españoles somos iguales ante la ley…”. Pues,
eso, todos debemos ser iguales sin que exista diferencia
alguna.
Qué cualquiera de sus señorías deja su cargo a los siete o a
los quince años, que se busque un puesto de trabajo como
cualquier hijo de vecino, y siga cotizando hasta cumplir los
35 años de marras.
La política no es ninguna carrera y a nadie se le obliga a
ser político. El que está en ella es porque quiere y, por
tanto, no debe tener ventaja alguna sobre el resto de los
españoles a la hora de la jubilación. Qué hay qué cotizar 35
años, pues como todo quisqui ¿O no?.
Hasta aquí, todos cuanto han leído el artículo, seguro que
no encuentra nada extraño, aunque se pueda o no se pueda
estar de acuerdo con el mismo. Es más puede, con toda la
razón del mundo mundial preguntarse el por qué me tengo que
besar y cantarme el estribillo de la chirigota gaditana.
Todo tiene su explicación, que la voy a dar ahora mismo. Día
22 de enero, cuatro días después de su publicación, el
Partido Popular celebra en Sevilla una Convención con la
asistencia de todos los pesos pesados del mismo sin que, por
supuesto, falte a la misma el líder de de los populares,
Mariano Rajoy. Y aquí viene lo bueno, y lo que me ha llevado
a besarme y cantarme el estribillo de la chirigota gaditana.
Va, Rajoy, y dice en esa Convención que, entre otras cosas,
el día que llegue a la Moncloa, va a estudiar ese privilegio
que tienen sus señorías a la hora de la jubilación, pues
llevará a cabo un planteamiento de gran austeridad,
A buen entendedor con pocas palabras bastan. Lo que ha
venido a decir, Rajoy, sobre el asunto de las pensiones y
sus señorías, que se va a acabar esos privilegios que tienen
sus señorías en el asunto de la jubilación.
A ver qué levante la mano, quién sea el autor de haberle
pasado mí artículo al líder de los populares, para que diga
lo mismo que yo había escrito sobre el asunto de las
pensiones con la diferencia que existe entre un currante y
sus señorías. Gracia, señor Rajoy.
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