Verdes, los pacientes leves. Amarillos, los intermedios.
Rojos, los muy graves, los que tendrán prioridad a la hora
de ser atendidos. Y azules, aquellos que están tan graves
que las probabilidades de que sobrevivan son demasiado
bajas. No hay tiempo para intentarlo. Negros, los muertos.
Este el código de colores que utilizaba el personal
sanitario desplazado hasta una de las últimas catástrofes
acontecidas, Haití. Así lo explicaba entonces el Jefe del
departamento de protección civil del SAMUR del Ayuntamiento
de Madrid, Fernando Prados Roa.
Pero si todo el mundo conoce y comprende que en un caso de
emergencia internacional como aquel es imprescindible
establecer prioridades a la hora de atender a los pacientes
con la mayor eficacia y rapidez posible, igual de importante
es en el trabajo diario de un Hospital, a fin de atender a
los usuarios con la mayor inmediatez posible.
En las últimas semanas son varias las riñas acontecidas en
los centros sanitarios de Ceuta. Frases como “llevo ya aquí
una hora” o “¿y a mí cuándo me atienden?” son el germen de
muchas de estas peleas. Para solventar estos problemas está
la labor del triaje: la clasificación de pacientes. En el
Hospital Universitario de Ceuta, el primer paso cuando un
usuario llega a la puerta de Urgencias es enseñar en
recepción su documentación. Automáticamente pasa a una
lista, de la que, por orden de llegada, van avisando por
megafonía. Es el momento en que dicen: “Espere usted en la
sala”. Aunque existe un espacio habilitado para ello, a los
usuarios no suele gustarles esperar en dicho recinto y se
amontonen en la puerta de la consulta. “El tiempo máximo es
que se les atiende es de 20 minutos”, explica la supervisora
de Urgencias, Pilar López. Una vez pasan esa primera
consulta el doctor ya sabe a dónde tiene que derivarlo, en
consecuencia a sus dolencias. “La espera dependerá de la
gravedad de la espera”, añade López. La media diaria de
pacientes es de 160. Como en las emergencias
internacionales, “si el paciente tiene que esperar es solo
porque hay alguien más grave que debe ser atendido antes”,
concluye la supervisora.
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