Con la llegada de las campañas
electorales llegan, como caídos de cielo, los regalos que
les ofrecen los distintos partidos que se presenta a las
mismas, bolígrafos, llaveros y algún que otro utensilio con
el que se cree pueden conseguirse los votos de quienes
reciben semejantes regalos porque, indiscutiblemente, a
nadie le interesa los programas de los partidos, que todos
son iguales.
Que levanten la mano, todos aquellos que hayan leído el
programa de algún partido. Ustedes dos no hace falta que
levanten la mano, sabemos que han sido quienes lo han
redactado, nos referimos al personal corriente. Es difícil
conseguir que sean muchos los que levanten la mano por haber
leído el programa de tal o cual partido, por mucho que
insistiera, en su momento, Anguita machacando al personal
con su “programa, programa, programa”.
Con esto de los programas sucede igual que con las ideas que
han quedado caudas y trasnochadas. Vamos, visto lo visto y
comprobado lo comprobado, seguimos manteniendo la creencia
que las ideas murieron con Platón.
Recuerdo, es bonito recordar, cuando hace años el PSOE
consiguió ganar las elecciones municipales, la cantidad de
miles de personas que delante de la sede de los socialistas
se manifestaron, puño en alto, festejando por todo lo alto
ese gran triunfo de su partido. Desde que dejaron de ganar
las elecciones, ha desaparecieron, como por encanto, todas
aquellas miles de personas de la izquierda, mostrando con
esa huida que carecían de ideas de izquierda y que lo único
que les importaba, era conocer la repuesta a su pregunta “de
lo mío qué” .
Pero volviendo al principio en el que hablábamos de los
regalos, estos tuvieron su efecto favorable para algunos
partidos cuando este pueblo, como casi todo el resto de
España, desconocía que era en verdad la democracia. Y,
precisamente, tuvieron su acierto los regalos que incluso
alcanzaron, gracias a ellos, varios votos por la ignorancia
de un pueblo, que democráticamente era analfabeto. Tanto es
así, que una buena parte de los votantes que consiguieron
esos regalos, lo hicieron porque las personas que los
recibieron pensaron que de ganar ese partido, los regalos
les iban a llover.
Con el paso del tiempo, cuando el pueblo fue enterándose de
que era realmente la democracia, dejaron de darle sus votos
y esos partiditos fueron desapareciendo del mapa político
ceutí, pasando a mejor vida. Aunque quizás la mejor vida se
la dieron los mandas de estos partiditos llevados al poder
por la ignorancia de un pueblo.
En este año de gracia en el que de nuevo, en el mes de mayo,
volveremos a tener elecciones municipales, volverán los
regalos que nos ofrecerán todos los partidos que se
presentan a las mismas. Unos regalos que serán mejores o
peores, dependiendo de cómo esté el partido en cuestión
económica con el asunto de la crisis.
A mi, personalmente y en persona, lo digan los jóvenes o las
jovenas, los miembros o las miembras, si algún partido me
quiere regalar algo a poder ser, si no es mucho pedir les
agradecería enormemente, los seis números de la primitiva o
los cinco y las dos estrellas del euromillón, por menos no
les doy mi voto.
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