El expresidente del Gobierno José María Aznar y la
Secretaria de Organización del PP, María Dolores de Cospedal,
inauguraron la Convención Nacional del Partido Popular en
Sevilla, en la que destacaron la austeridad económica y la
desaparición de funciones públicas autonómicas que se
solapan con las funciones del Gobierno central como
herramientas que debe adopatar el país para acabar con la
crisis. Ambos apuntaron que el PP “sacó a España de la
crisis y que es el único capaz de hacerlo”.
El Partido Popular se dio un capricho en la tarde de ayer
durante la inauguración de la Convención Nacional que va a
tener lugar en Sevilla hasta mañana y que pretende aupar al
partido de centro-derecha hacia una goleada en las distintas
alcaldías municipales españolas para romper así una larga
brecha de reinado socialista.
A pesar del empeño de los líderes sevillanos del PP por
agradar al respetable, fueron la secretaria general, María
Dolores de Cospedal, y, más aún, el expresidente del
Gobierno José María Aznar quienes se llevaron las ovaciones
más importantes, especialmente este último, que sigue
acaparando la mayoría de los aplausos como reconocimiento y
añoro de tiempos más saludables en la economía española.
Como no podía ser de otra manera, una amplía representación
ceutí se dio cita al evento. El presidente del Partido y de
la Ciudad Autónoma, Juan Vivas, se quedó descansando en el
hotel sevillanos después de su paso por Fitur y dejó a Juan
Manuel Doncel, secretario general del PP ceutí, al frente de
la expedición junto al portavoz Francisco Márquez.
Los representantes populares andaluces, José Luis Sanz,
Antonio Sanz y, sobre todo, el candidato a la alcaldía
sevillana, Juan Ignacio Zoido, desarrollaron un preámbulo
sin medias tintas, antes de la intervención de Cospedal, en
el que despidieron prematuramente a un Gobierno socialista
de casi 30 años en Andalucía a la luz de los resultados que
arrojan las encuestas. Y lo mismo hicieron los miembros de
la cúpula nacional Cospedal y Aznar, que insistieron en
proclamar a Rajoy como presidente.
El mítin de ambos se centró en realzar la identidad de
España como una sola figura indivisible, en recuperar la
Economía lozana que se vivió en tiempos pasados y en reducir
el número de instituciones públicas que “se superponen”
entre las autonomías y el Estado, tal y como señaló Cospedal.
De esta manera, la también candidata a presidenta de
Castilla la Mancha eligió la historia para avisar a los
españoles de que el PP pretende reconstruir el “mal
entendido” sentido de las autonomías. “Nosotros creemos en
las autonomías que defiende la Constitución y no en las
barreras y vacíos de conocimientos de unos españoles con la
historia de los otros; queremos que los niños sepan que un
joven de Fuente Vaqueros escribió con poco más de 30 año
`Poeta en Nueva York’, que conozcan el duelo entre Quevedo y
Góngora o que el río Guadalquívir fue Tharsis, primero;
luego, Betis y, finalmente, Guadalquívir”, desarrolló.
Por su parte, José María Aznar descalificó los seis años de
gobierno de Zapatero parafraseando el último episodio
ocurrido en el Senado: “La situación en España no está para
bromas ni para pinganillos, sino para trabajar en serio”.
Además, el presidente de honor de los populares mencionó su
pasado como principal baluarte para afrontar el futuro:
“Hoy, como en 1996, las reformas y la modernización de
España solo tienen un camino, el Partido Popular”.
Aznar, que vino acompañado de su mujer, Ana Botella, fue el
último en intervenir y dejó para el final un tornado de
declaraciones que hizo vibrar a los fieles populares, que
aplaudieron como si se tratara de un partido de fútbol,
ansiosa de un discurso reparador que alimente sus
expectativas de revancha y victoria. “Vamos a sembrar España
de esperanza, concordia y decisión. Haciendo esto, estoy
seguro de que los mejores tiempos están por venir y
vendrán”, apuntó. “La historia de éxito exige no gobernar en
función de territorios ni de privilegios ni de consignas
partidistas, sino en interés de todo”, agregó. Su compañera
de escenario, Cospedal, también indicó que el Partido
Popular sigue manteniendo en su mente el principio de que un
partido político es “un servicio público”. Cospedal recordó
a Zapatero que esta legislatura vive en estado de
“prórroga”. Desde que las bolsas de todo el mundo sufrieron
“una de las peores jornadas de la historia”, comentó, “el
Ejecutivo se ha limitado a acometer dos llamadas
medias-reformas (la laboral y la del sistema financiero) que
ahora tiene que volver a modificar en la que ha calificado
la ‘contrarreforma de las reformas’”, criticó Cospedal.
El de las comunidades autónomas fue el tema estrella, algo
en lo que Ceuta tiene mucho que decir por su carácter
autonómico. Aquí, Aznar ganó especial fuerza y sacó de la
manga la daga más afilada contra Zapatero, asegurando que el
presidente socialista “ha sido el único en hacer todo lo
posible por destruir el modelo autonómico”, agregando, “aún
pretenden proclamarse defensores del Estado Autonómico,
cuando han sido ellos quienes han llevado el modelo al borde
del precipicio”
La secretaria general defendió en una alusión más al
desastre económico a la necesidad de recuperar una ley de
estabilidad presupuestaria “que fije techos de gasto y
endeudamiento” para el Gobierno de la Nación, comunidades
autónomas y ayuntamientos, como “la que eliminó Rodríguez
Zapatero”, recordó Cospedal.
Cospedal mencionó también la lucha antiterrorista y pidió
que no se permita a los terroristas acudir a las
municipales.
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