¡Buenas rebajas las de este año! Con la crisis se han
desplomado los precios y es el momento para hacerse el
celebérrimo “fondo de armario” aunque, en la Península, los
comercios más “cucos” aprovechan los saldos para entremeter
lo que se ha dado en llamar “nueva temporada” que no es en
absoluto un avance de primavera-verano, sino una segunda y
abolengosa línea de invierno, con innovaciones, con cambios,
todo encauzado a hacernos “picar”. Y la gente pica.
¡Parece mentira con la crisis! Se lamentan los agoreros.
Parece verdad “precisamente” por la crisis, porque la gente
sale a comprar, eso sí, o más necesario y no como antes para
olvidarse de la negatividad de los telediarios : por un lado
la debacle económica que agudiza el ingenio, ejemplares los
trabajadores de Nissan Barcelona que han consentido trabajar
más y congelar sus salarios con tal de tener asegurado el
curro durante los próximos diez años con la fabricación del
nuevo vehículo de la marca. Y por otro lado noticiable,
crímenes y delitos, la violencia de género de cada día que
tan solo el destierro o el extrañamiento podría de alguna
manera atajar (eso y que paguen el doble al personal de
Justicia, a “todos” porque andan reventados de trabajar) y
las tragedias y calamidades.
Los españoles salen a pasearse y a despejarse un poco. Es la
leche de nuestro ADN y no es que seamos fiesteros
patológicos, sino disfrutones de los pequeños momentos. De
ahí mi admiración por los mandamases de muchas ciudades que
van ensartando iluminación festiva con iluminación festiva
para motivar a los ciudadanos. ¿Y por qué en Ceuta no se
negocia una rebajita con la empresa de las luces (excelente
por cierto) y se adorna la city para celebrar el invierno?
Ya saben, los curritos y las marujas nos alegramos con las
decoraciones que aúnan belleza y luminosidad y lo de la
luminoterapia como factor de curación de la depresión
estacional y de la ansiedad es algo que lleva tiempo
utilizándose en el norte de Europa donde escasea el sol y
predomina el oscuro. ¿O es que no merecemos adornos en las
calles, árboles engalanados para saludar a la ola de frío
polar y ceniceros públicos en las calles? ¿Es que quieren
amargarnos? ¿Es que no respetan nuestras sensibilidades?
Pues si no saben respetar nuestros sentimientos a nivel
poder que se apunten a un curso de Inteligencia Emocional,
que es “lo más de lo más”.
Ya ven, en las empresas están haciendo los test de
Inteligencia Emocional a los aspirantes a cualquier trabajo,
porque es más importante que, la pura inteligencia, la
empatía, esa resiliencia que hace encajar las adversidades y
crecer con ellas, la asertividad, que es decir las cosas
claras y por derecho y la voluntad. Es sabido que llega más
lejos un hombre con voluntad que un hombre que es tan solo
inteligente. De hecho, la Inteligencia Emocional se cultiva
y se potencia y luego se demuestra poniendo adornos en las
calles, abrazaderas de bombillas en los árboles, ceniceros
para que no se frustren los nuevos delincuentes del fumeteo
y pidiendo una cita con Ortega, el dueño de Inditex, que es
el hombre más rico de España, para que demuestre que
“merece” serlo, trayendo sus fábricas a nuestro país y dando
trabajo a nuestros parados. Digo yo que, las fábricas de
Inditex, al menos alguna, podría instalarse en Ceuta,
voluntad para aprender y formarse tiene toda nuestra gente,
se le darían todas las ventajas y facilidades de las que
pueda disfrutar en otro país y todos nos sentiríamos
felices. ¿O es que el dueño de Zara niega la felicidad a una
ciudad española? Supongo que no será tan malo.
Y menos después de haber cosechado los éxitos de su preciosa
línea de tiendas Uterqüe, ya saben, Zara línea media, Máximo
Dutti línea pija, Sfera para las niñas y Uterqüe arrasado en
Puerto Banús (está enfrente de El Corte Inglés) y en La
Cañada de Marbella por las árabes elegantonas y las rusas
caprichosas. ¡Una belleza de línea! Pullovers de cashmere,
bolsos, zapatos, complementos y un perfume característico en
todas las tiendas de la marca. ¡Un pasón! ¿Qué que tal las
rebajas? Fantásticas. Y los trajes de chaqueta de línea
francesa . Aunque aquí lo que falta es un buen HM y su línea
elegante que se llama “Cos” y que solo está en Barcelona. Y
que los suecos lo fabriquen en Ceuta que iban a ser
recibidos como a emperadores y saciados de gloria bendita. A
eso se le llama “atraer la inversión”.
Y a poner luces y ceniceros se le llama “calidad de vida”. Y
“picar” en las rebajas se denomina históricamente
“consolarse”.
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