La Fiscalía y la acusación pusieron ayer en tela de juicio
la veracidad de la denuncia interpuesta por una mujer contra
su ex marido por supuestos abusos sexuales a la hija menor.
Causa que quedó archivada y que otra vez ve la luz sentando
en el banquillo de los acusados no sólo a la madre sino
también a la psicóloga de la niña. Durante la segunda sesión
del juicio, ayer en la sala de lo Penal, el padre de la
menor aseguró que la acusada lo amenazó con “hundirlo”.
Dos mujeres fueron sentada ayer, por segunda vez, en el
banquillo de los acusados del Juzgado de lo Penal por el
delito de denuncia falsa que les imputaba tanto la
representante del Ministerio Fiscal en la ciudad como el
letrado de la acusación particular abanderada por el ex
marido de una de las imputadas. Por tales delitos, la
Fiscalía pide un año de prisión y una multa de 6.000 euros
para cada una de las procesadas mientras que la acusación
particular solicitó dos años de cárcel y 7.200 euros de
multa. Aunque aún quedará pendiente una tercera sesión de
juicio en la que los médicos forenses del juzgado deberán
aclarar la exploración que se hizo a la menor, pero será el
próximo uno de marzo.
Inicio del procedimiento
Los hechos tuvieron su origen en una denuncia planteada el
25 de julio de 2003 por una de las acusadas hacia su ex
marido, al que imputaba abusos sexuales a su hija menor de
edad y fruto del matrimonio. Causa que ante los tribunales
quedó archivada después de que la investigación y las
pruebas practicadas por el forense a la menor determinasen
que la misma no había sido víctima de tal vulnerabilidad.
Sin embargo, el procedimiento veía ayer de nuevo la luz
aunque de manera contraria, sentando a la madre de la menor
y la psicóloga que la trató en el banquillo de los acusados
para que diesen cuenta de cómo se diagnosticaron tales
conductas delictivas y si a la menor la habían inducido a
efectuar tales declaraciones que iniciaron el primer
procedimiento, que quedó archivado.
Durante la sesión de ayer, le tocó el turno de palabra al
denunciante, padre de la menor, quien aseguró y recalcó que
durante la separación su ex mujer lo amenazó con “hundirlo”,
detallando que todas las denuncias que entre ellos se habían
interpuesto eran “mentira” y estaban directamente
relacionadas por el régimen de visitas establecido por el
juez para la custodia de la niña, ya que “siempre me ha
puesto impedimentos para verla llegando incluso a sufrir
agresiones físicas por parte de su familia”.
Dichas declaraciones fueron corroboradas por otros tres
testigos, familiares directos del denunciante, que no
dudaron en revelar que “lo acompañábamos a Málaga a recoger
a la niña porque ella no se la daba e incluso la Policía ha
tenido que escoltarlo”, relataron los hermanos y el cuñado
del denunciante.
“Nunca mostró nada sexual”
Tanto el denunciante como los tres testigos sostuvieron
durante sus interrogatorios que la niña “nunca mostró
ninguna conducta sexual ni relató nada de alto contenido
sexual”. Todos ellos, además, dedujeron que la menor estaba
siendo tratada por la psicóloga porque “ella nos decía que
por las tardes iba a ver a una amiga de su madre que era
médica, que le hacía preguntas y con la que luego iba a
merendar y de compras”, relató la hermana del denunciante.
Este, por su parte, repitió en diversas ocasiones que la
denuncia que en un pasado habían formulado contra él era
“una mentira, una atrocidad que han hecho con mi hija
metiéndole todas esas cosas en la cabeza. Una psicóloga y
una asistente social me entrevistaron en el juzgado y
comprobaron que yo no mentía. Y mi hija nunca ha estado
inquieta, ni agresiva, ni triste cuando ha venido los fines
de semana, más bien desnutrida”, sentenció. La próxima y
tercera sesión del juicio será el uno de marzo con la
intervención de los forenses.
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