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OPINIÓN - JUEVES,19 DE ENERO DE 2011

 

OPINIÓN / EL OASIS

Se necesita la entereza del presidente
 


Manolo De la Torre
manolodelatorre@elpueblodeceuta.com
 

Yo me siento en cómodo sillón de la salita estar frente al televisor cada vez que la Asociación Deportiva Ceuta juega como visitante. Reconozco que es un privilegio poder ver al primer equipo de la ciudad a través de Ceuta Televisión.

Cierto es que las retransmisiones televisivas que nos ofrecen, desde los campos de la categoría en la que milita nuestro equipo, son muy defectuosas técnicamente. Lo cual es comprensible, debido a la falta de medios. Aun así, insisto: la televisión local cumple perfectamente los objetivos que se propone: que veamos los partidos y que hasta nos sirva para opinar al respecto. Lo cual no deja de ser un lujo.

Ahora bien, mentiría si no dijera que el comentarista de los partidos no está a la altura del esfuerzo que se viene realizando para que podamos ser testigos de los encuentros del equipo al otro lado del Estrecho.

El comentarista, el actual y los anteriores, habla demasiado, incurre constantemente en redundancia, repitiendo para el espectador algo que ya sabe porque está siendo testigo de ello. Es la mejor manera de seguir confundiendo radio con televisión. Por no entender, de una vez por todas, que el vehículo de información, desde hace ya la tira de tiempo es el ojo, mientras el oído ha quedado reducido a un mero complemento. Si a ello le añadimos una mala oratoria y un desconocimiento supino del espectáculo, estamos haciendo posible que el generoso esfuerzo realizado para permitirnos acceder a un campo que está tan lejos, pierda la importancia que el gesto tiene.

El domingo pasado, una vez más y gracias a Televisión Ceuta, fui espectador del Lucena-ADC. Pueblo cordobés, donde nació un futbolista extraordinario, llamado Escudero, y con quien me divertí de lo lindo en nuestros años mozos, en una Córdoba en la que, futbolísticamente, todo giraba alrededor de una estrella: Paz. Jugador, por si los jóvenes desconocen el hecho, nacido en Ceuta.

Pues bien, el domingo pasado, gracias a otro gran jugador, Mohamed Alí Amar, “Nayim”, la retransmisión del partido se hizo soportable. De no haber sido por él, seguramente habría tenido que volver a usar un método tan desagradable como es suprimir la voz de quienes parlotean sin ton ni son.

Gracias a Nayim, que hacía de glosador, no se logró confundir a los aficionados con lo que estaba sucediendo en el nuevo campo lucentino. Y sus correcciones a tiempo, sobre detalles técnicos y tácticos que sólo están al alcance de los que saben, dejaron en evidencia a quienes no están capacitados, aunque derrochen voluntad a raudales, para acometer una tarea que no resulta fácil.

Lo que me sorprendió en Nayim, debido a que es persona muy instruida y que se expresa la mar de bien, es que cayera en ese error lingüístico, que viene de atrás y que se ha instalado definitivamente en la jerga de los locutores futbolísticos: “El Ceuta avanza con tres efectivos”. “O necesitamos más efectivos para tal o cual cosa. Horrible. Que lo digan otras personas es normal. En Nayim me resulta incomprensible. De los efectivos hablaremos en otra ocasión. Pues ahora, para finalizar, diremos que la ADC está pasando por un momento crucial. Y que el árbitro Sánchez-Seco Otero erró gravemente al expulsar a Manolo Pérez. Condicionando el partido. El equipo ceutí, en estos momentos, necesita de la entereza de su presidente, tantas veces demostrada.
 

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