Por la mínima, pero perdió, otros tres puntos que volaron,
es lo que cuenta y de poco nos sirve recurrir a la mala
suerte en el gol del Lucena, o al arbitraje vergonzoso del
madrileño Sánchez Seco, eso queda aparte, y los puntos es lo
que cuentan, para el Lucena, en este caso.
Debut y expulsión
Será difícil encontrarse con un caso como el de Manolo
Pérez, que debutaba en el Ceuta, sin haber entrenado ni un
día con sus nuevos compañeros y a los 15 minutos veía la
primera cartulina.
Mal se le ponían las cosas y peor se le pusieron cuando a
los 28 minutos, en una jugada en la que no había ni falta,
el “pistolero” madrileño, que actuaba como árbitro, le
mandaba a los vestuarios.
Es lo que podemos decir, hoy, de este nuevo refuerzo ceutí,
que se dejó ver algo, pero que antes de la media hora tuvo
que irse forzado por la voluntad de un árbitro incompetente.
A lo largo de los muchos años que llevo viendo fútbol, en
todas las categorías, no me acuerdo de ningún caso similar
al de Manolo Pérez, que debute, que a los 15 minutos sea
amonestado y que a los 28 minutos se vea forzado a
marcharse. Incomprensible, y no por culpa del jugador, eso
que quede claro.
El árbitro “un pistolero”
No sé, no llevo el control sobre los árbitros, si este tal
Sánchez Seco es un colegiado que haya venido mucho por aquí,
y lo dudo mucho, porque “un pistolero” de este tipo no se te
olvida con facilidad.
Al Ceuta, creo que, se le olvidará menos, porque que en un
encuentro sin brusquedades por ninguno de los dos bandos,
que en treinta minutos te saque seis cartulinas amarillas,
dos de ellas para el mismo jugador, y te deje con diez
jugadores, desde el minuto 28 de juego, no es algo que se dé
con frecuencia, ni debe ser que el colegiado esté “en sus
cabales” reglamento en mano.
Árbitros así destrozan a cualquier equipo y modelan la
competición o la modifican a su manera. El Ceuta, de
momento, para el próximo encuentro ya no podrá contar en
Alfonso Murube con su último refuerzo, y todo por una
tarjeta, en una jugada en la que no había existido ni falta.
El único tanto del encuentro
Ni el Lucena, ni el Ceuta, tuvieron muchas ocasiones de
marcar. Hubo varias alternativas en el partido, pero ni
cuando dominabas, ni cuando eras dominado, se veía ninguna
ocasión clara, para el uno o para el otro.
Al final de la primera parte, el marcador estaba igual que
al comienzo del partido. En los 45 minutos iniciales no hubo
ni una ocasión clara por ninguno de los dos bandos.
El segundo tiempo estuvo, también, plagado de alternancias
en el juego y en la jugada más tonta, un balón despejado por
la cobertura ceutí rebotó en Jony Lomas y se coló en la meta
de Fock, que nada pudo hacer por detenerlo.
Era un gol inesperado, pero que valía tres puntos.
Y ahora fuera de los cuatro primeros
Es lo malo que trae no saber aprovechar, o no poder, las
ocasiones que uno tiene, que al no ir sumando, como es
debido, cada día, llegas a perder o a reducir las rentas y
te van pasando los otros.
En esta ocasión el Murcia ganó, el Sevilla Atlético también,
el Cádiz, otro tanto, con lo que el Cádiz ya te pasa y ahora
hay que mirar, primero a lo que haces tú, y más tarde a lo
que hagan los otros.
Es lo malo de estas situaciones que no basta con lo que vas
a hacer tú, si no que tienes que mirar, de reojo, a la labor
de los otros.
A corto plazo, el calendario no se le presenta muy
complicado al Ceuta, pero aquí no se puede fiar nadie de lo
que hagan los demás, con lo que lo único que cuenta es tu
propio resultado, los goles que tú metas y los que te hagan
a ti.
La inauguración de un campo
El Lucena, desde el pasado domingo, ya puede disfrutar de un
campo nuevo, pero un campo que no está terminado, ni mucho
menos.
Tal como se podía ver, por la televisión, hay muchas partes
que faltan por rematar aún, pero es un campo digno, no sólo
para jugar en segunda B, si no, yo creo, para categorías muy
superiores.
Y tiene algo especial ese campo, y es que está construido
junto a una autovía, a un nivel más bajo que la propia
carretera, con lo que da la impresión, desde algunas partes
de que un coche se te puede meter en el área chica.
Me da la impresión de que, en Lucena, han sabido aprovechar
un terreno que no debía servir para otra cosa y ha venido de
perlas para un campo de fútbol, ahí, pues, hubo ganas de
hacer un campo y se buscó el terreno donde poder hacerlo, no
en todas partes sucede eso.
|