Y le hicieron a la abuela de la casa una fecundación “in
vitro” con estimulación ovárica y parió septillizos!.
Aquí está visto que, el que no corre, vuela y ha surgido de
cara a las municipales una nueva formación política, Partido
Renacimiento y Unión de España”, el PRUNE. El único
inconveniente que pueden encontrar es que, al manifestarse
de “inspiración islámica”, tal vez topen con la nueva ley
antidiscriminación ya que, por causas religiosas “nadie”
puede ser discriminado de “ningún” sitio, así, que si, a la
nueva formación comienzan a afiliarse de forma mayoritaria,
practicantes de otras creencias, no pueden negarles en modo
alguno el acceso, porque estarían conculcando la norma
jurídica y se colocarían en la ilegalidad.
Por lo demás y siempre que se atengan a los parámetros de un
país democrático y de un régimen de derechos y de libertades
occidental, cualquiera puede constituir un partido político.
Y además este se presenta con buenísimas intenciones, aunque
apuntándose ideas de otros. De hecho, desde hace más de un
año, en medio del caos económico y social, en el Partido
Popular se comenzó a machacar con la urgencia absoluta de
una “regeneración democrática”. Estos nuevos, pese a lo
desafortunado de sus siglas ya que “prunes” significa en
francés “ciruelas” y de ahí a que empiecen a llamarle “los
ciruelos” hay un paso, como decía, estos nuevos, van más
allá de la simple “regeneración democrática” y quieren
lograr la “regeneración moral y ética de la sociedad
española”. ¡No vean ustedes que impresionante! ¿Y como
piensan lograrlo? Siento auténtica curiosidad por saber lo
que estos prunes (lo digo en español y no traduciendo desde
el francés a “ciruelos”) van a hacer para “regenerarnos”
moralmente.
De hecho, dentro de la regeneración democrática postulada
por el Partido Popular siempre ha entrado de forma natural
una especie de “operación rescate” contra el relativismo
moral y ético, así como una clara oposición al abaratamiento
de los valores y principios de nuestra civilización
occidental, sabio mix de evangelios judíos, derecho romano,
filosofía griega, Humanismo Cristiano y los más
espectaculares avances científicos y tecnológicos.
Los prunes también van a “regenerarnos” supongo que conforme
a sus creencias y entonces, puede que los ciudadanos no
estén por la labor de que nos impongan una moral y una ética
que no es la nuestra, vamos, que no van a tragar. Por mucho
que la iniciativa del prunes, aunque sorprendente, no deje
de tener algún sentido en esta ciudad ceutí ya que siempre
ha despertado mucha curiosidad al forastero el hecho de que,
partidos localistas encauzados al electorado musulmán hayan
añadido a sus siglas lo de “socialista”, es decir, de la
izquierda socialista. Y la izquierda socialista, sobre todo
la actual, ha hecho del laicismo, que es como llaman ahora
al ateísmo de toda la vida, su gran caballo de batalla y
además en plan agresivo y beligerante, tratando de intoxicar
ideológicamente a los más pequeños con la “Educación para la
Ciudadanía” y atacando con dureza a los creyentes.
Rectifico, persigue y ataca a los cristianos y suele ser muy
antisemita, con los islámicos no se atreven porque les
tienen miedo, les vayan a lanzar una fhatwa. Como las otras
dos grandes religiones monoteístas no lanzan fhatwas, con
esas sí se atreven. Está visto que esta gente de arriba, o
te teme o te desprecia.
No cabe en mente civilizada alguna que, un creyente
musulmán, pueda seguir los postulados del socialismo y
seguir siendo creyente. ¿Qué dirán los prunes ante
“Caballas” que es un mix CCOO marxista y un supuesto
socialista musulmán? ¡Les puede dar un patatús! Eso de
musulmarxnes para mí que no les va a hacer gracia,
mayormente porque el tema de la regeneración moral y ética
de España casa muy poco con las ideas de la izquierda.
No obstante inquieta lo de que, un partido islámico, quiera
regenerarnos ¿Será al estilo saudí o al estilo iraní? Pero
se ve que la intencionalidad es noble, porque, de moral y de
ética se anda fatal por culpa de los socialistas, he querido
decir “se anda” que no “andamos” ya que, los cristianos
hemos mantenido contra viento y marea nuestros principios,
nuestros valores, nuestra religión y nuestros cojones. Más
que antes.
Cosa del martiriologio, memoria de las grandes persecuciones
que en la Historia han sido contra nuestra religión ¿Y nos
han jodido por ello? Pues no, al revés, nos han hecho un
favor porque hace más ilusión luchar en condiciones hostiles
y adversas. Ibsen, el noruego universal decía aquello de que
“lo que me interesa de la libertad es la lucha por ella,
conseguirla no me interesa”. Y no es que no nos interese
que, a los cristianos, nos dejen en paz con nuestra cultura,
nuestras costumbres, nuestros principios y valores, nuestro
arte sublime, nuestras obras maestras y nuestros
maravillosos científicos, técnicos y filósofos, sino que,
por testiculina, el hecho de luchar por algo lo revaloriza,
lo hace aún más ilusionante, más infinitamente hermoso, más
sublime.
En nuestro camino la meta existe. Pero nadie nos puede
impedir el disfrutar inmensamente durante cada segundo de la
travesía hacia esa meta.
¿Qué vienen los prunes, nuestros amigos ciruelillos? Pues
que vengan con la regeneración y tal y expliquen el por qué
no pueden haber musulmarxnes porque se lía el Bing Beng. El
electorado de los prunes tienen que arañarlo de los votantes
de los sucedáneos locales del socialismo (el único legítimo
es Carracao, ese es pata negra) ¡Que elecciones más
apasionantes! ¡No me pienso perder ni un solo mitin! . Pero,
en verdad, ¡Éramos pocos y… ¡
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