Un joven inmigrante, de 24 años y origen argelino, fue
avistado pasadas las diez de la noche por el personal de la
Cruz Roja y la Guardia Civil mientras intentaba cruzar a
nado la frontera del Tarajal. Llevaba un traje de neopreno y
dentro un teléfono móvil y dinero. Pegado a su cuerpo,
portaba unos pantalones, una camiseta y un jersey. No
presentaba síntomas de hipotermia. Es la segunda vez que el
chico intenta llegar a España. La primera vez logró llegar
hasta la península.
Un hombre de origen argelino fue avistado en la noche de
ayer cuando intentaba cruzar a nado con un traje de neopreno
la frontera del Tarajal. La Guardia Civil recogió al joven
inmigrante en el Puerto Deportivo a las 22.18 de la noche,
hasta donde lo habían trasladado en una embarcación el
personal de Salvamento Marítimo de la Cruz Roja.
No había ninguna ambulancia puesto que el joven, que tiene
24 años, no presentaba ningún síntoma de hipotermia, aunque
sí tenía frío. El chico salió por su propio pie de la
embarcación y se fue andando hasta los aposentos de la
Guardia Civil.
Una vez allí, el joven se quitó el traje de neopreno y sacó
de su interior un teléfono móvil y dinero, concretamente,
varios billetes. Además, pegado al traje de neopreno,
llevaba unos pantalones vaqueros, una camiseta y un jersey
envueltos en un plástico para protegerlos del agua. Estas
prendas de vestir eran su único equipaje.
El joven intento ponerse la ropa que traía pero estaba un
poco húmeda, por lo que el personal de Cruz Roja le ofreció
el vestuario habitual que tiene la entidad para estos casos:
ropa interior y chandal.
Tal y como señalan los protocolos, la Guardia Civil informó
al joven de que sería trasladado a Comisaría, por lo que,
posteriormente, fue recogido por la Policía Nacional, que
llegó hasta la zona portuaria pocos minutos después de la
aparición del joven.
La apariencia del chico era de tranquilidad y miraba con
fijación a los medios gráficos.
El hombre contestó pausado todas las preguntas de la Guardia
Civil. Habla un poco de español, ya que había estado con
anterioridad en la península de la que, previsiblemente,
había sido deportado. Esta era la segunda vez que el chico
intentaba cruzar a nado hacia España.
Las buenas temperaturas hacían prever la posibilidad de que
se dieran nuevos casos de inmigrantes intentando cruzar a
este lado de la frontera durante la madrugada.
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