Muchas son las iniciativas y propuestas que se manejan para
conseguir el despegue económico de nuestra ciudad, que a la
falta de perspectivas favorables locales, ya tradicional
desde hace varios años, se une el marco de crisis económica
en que estamos instalados a nivel global
Cuando a través de un artículo publicado en éste medio, el
día 31 de marzo de 2010, y titulado “Apuntes sobre la
Economía de la Ciudad Autónoma de Ceuta”, intenté hacer una
radiografía de los problemas económicos de nuestra ciudad,
así como de su evolución histórica mas reciente, algunos
buenos amigos, me comentaron que echaban en falta una
aportación mas ambiciosa de soluciones, y creo estaban en lo
cierto.
Sin embargo hacer propuestas de soluciones concretas, es más
complicado. Exige asumir riesgos, y exige, para darle un
carácter de seriedad y profesionalidad, aplicar algún
método, ya experimentado, de gestión de empresas, que por mi
experiencia profesional podría ser a través de la
elaboración, aunque sea muy sencillo, de un Plan Estratégico
para el desarrollo económico de nuestra ciudad.
Dentro del Organigrama Institucional de la Ciudad Autónoma
de Ceuta, parece que podría ser PROCESA, la encargada de
planificar, diseñar, implantar y realizar el seguimiento de
este Plan, ya que este tipo de trabajos puede encajar dentro
de sus cometidos más esenciales.
El antecedente más cercano en Ceuta, es el Plan Estratégico
de Ceuta, elaborado por un amplio equipo multidisciplinar, y
que se presentó en diciembre de 1996. Tras realizar un
amplio análisis de la situación socio-económica de Ceuta, se
estudió el efecto de la liberalización del mercado mundial
sobre Marruecos y Ceuta, así como las previsibles
implicaciones de esas tendencias liberalizadoras en el
comercio mundial. A continuación el Plan analiza los grandes
sectores de actividad económica en Ceuta: Comercio, turismo
y la Ordenación del territorio.
Para cada una de ellos, se realiza un análisis estructural y
un análisis de debilidades, amenazas, fortalezas y
oportunidades. Por último, tras valorar el impacto de la
unión Europea sobre Ceuta y realizar una propuesta de
régimen económico y fiscal de Ceuta, concluye con las
propuestas de acciones concretas de todo tipo, en el
objetivo del relanzamiento de la ciudad de Ceuta.
Es, a mi modo de ver, un Plan Estratégico ambicioso y de
carácter global. Muchas de sus propuestas han sido
ejecutadas, otras han sido superadas por el dinamismo de
nuestra vida actual y otras, por último, están en camino de
realizarse en estos momentos.
Si alguna pega puede ponerse a aquel Plan Estratégico, es su
avanzada edad. Ha cumplido 14 años, y eso en nuestra
sociedad actual, implica naturalmente, la perdida de valor
de muchas de las acciones propuestas, así como la no
adaptación a los cambios de todo tipo, que inevitablemente
se producen en el mundo moderno.
En cualquier caso, como documento básico tiene un valor
extraordinario, que permitiría elaborar un nuevo Plan que
podría seguir unas directrices más concretas:
Inversiones públicas que incentiven la inversión privada;
Énfasis en el crecimiento económico; Especialización de
acciones; Priorización de acciones.
Es previsible que al comienzo, y sobre todo en las fases de
Elaboración, Planificación y diseño de un Plan Estratégico,
es necesario el apoyo de alguna consultora especializada en
estos trabajos, pero además es imprescindible el concurso de
todas las fuerzas políticas, económicas y sociales que a
través de su participación en grupos operativos de trabajo
sean capaces de aportar ideas, valores y propuestas que
llenen de contenido ese Plan.
Para llenar de contenido ese Plan Estratégico, será
necesario definir previamente la Visión, las Líneas
Estratégicas y las Estrategias, que conformarán las grandes
líneas que incentiven el desarrollo económico de la Ciudad.
Y aquí parece coherente que, aunque se escuche a todos, es
la propia Ciudad, a través del juego de mayorías, la que
decida cuales deben ser los conceptos esenciales a
desarrollar después en acciones concretas.
Por último la implantación, seguimiento y ajustes de un Plan
Estratégico debe ser realizado con los propios medios de
Procesa, y así analizar el grado de consecución de los
objetivos propuestos y las necesarias reformas para ir
adaptando las acciones del Plan a los cambios derivados de
la evolución en la gestión del Plan y del propio escenario
en que se mueve y participa nuestra Ciudad.
Podemos entrar algo más en profundizar los contenidos
esenciales básicos de un Plan Estratégico, así debemos
definir la Visión, las Líneas Estratégicas y las Estratégias.
La Visión define lo que la organización quiere lograr en el
futuro, es decir lo que aspira a llegar a ser. Marca el fin
último que debe seguir la estrategia y proyecta la imagen de
destino que se quiere alcanzar.
Las Líneas Estratégicas son los grandes ejes que tenemos que
desarrollar para que la Organización alcance la Visión que
nos hemos establecido. Deben surgir de un profundo proceso
de reflexión y análisis de la situación y contexto actual.
Estas Líneas Estratégicas se abren a su vez en Estratégias
que podemos definir como las actuaciones generales
orientadas a conseguir objetivos estratégicos que nos
habremos marcado previamente.
A partir de aquí las estrategias se abren a su vez en
acciones concretas que dan contenido al Plan Estratégico y
permiten, si se ejecuta y verifica el citado Plan, conseguir
la Visión que nos hemos propuesto.
Evidentemente, como se suele decir en estos casos, el papel
todo lo aguanta, y una cosa es describir el diseño e
implantación de un Plan Estratégico y otra muy diferente
elaborarlo, implantarlo y ejecutarlo, cuyo labor es compleja
y ardua.
Sin embargo la ventajas de un instrumento de este tipo son
muchas, ya que frente a la metodología de ir realizando
muchas actividades, la metodología de elaborar un Plan
Estratégico para el desarrollo económico de la Ciudad de
Ceuta, permite la elaboración y ejecución de acciones
relacionadas entre si, de manera sistemática y ordenada,
para conseguir un mismo fin ya establecido, lo que supone
una garantía de coherencia, supone la participación de las
fuerzas políticas, económicas y sociales, y supone en sí
mismo la garantía del trabajo bien hecho, si bien, también
es cierto, eso no será garantía de éxito, que siempre
dependerá de muchos más factores, sobre todo de conseguir
acertar en las propuestas realizadas en el propio Plan.
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