Desde que me enteré que en un par
de tardes con dos lecciones de nada, uno podía saber de
economía tanto como el mejor economista, pensé que era una
perdida de tiempo dedicar cinco o seis años de tu vida a
estudiar en una Universidad la carera de Economía.
Es más, teniendo en cuenta esa teoría de que en un par de
lecciones sabía una jartá de economía, llegué a la
conclusión de que los economistas son los que menos saben de
economía, a la hora de aplicar sus conocimientos basados en
la teoría que habían aprendido en las distintas
Universidades donde habían estudiado esa carera. Una teoría
que dista mucho de la realidad a la hora de ponerla en
práctica en la vida real.
Claro que poco después de tener este pensamiento que no deja
en muy buen lugar a los economistas, y visto y comprobado el
fracaso que supone llevar a la práctica ese par de lecciones
en un par de tardes, no tengo más remedio que pedir perdón a
los economistas. Hay que ver los pensamientos tan tontos que
tiene uno en algunas ocasiones.
Sin embargo, recordando las reglas que di para superar la
crisis, cuando se negaba la existencia de la misma, y
teníamos una crisis galopante, como se demostró poco
después, pues hay cosas que no se pueden ocultar, sin
recibir ese par de lecciones en dos tardes me consideré, las
cosa claras, que era un genio de la economía, más genio que
mí madre, ella si que sabía de economía, que con nada nos
daba de comer, cada día, a los diez que estábamos en la
casa.
Mi teoría de cómo salir de la crisis, si que se perdieran
puestos de trabajo, fue estudiada en algunos colegios de
economistas, dándome el espaldarazo definitivo el premio
Nobel de Economía de ese año, que su teoría basadas en los
estudios llevados a cabo, venía a coincidir con mí solución
económica para salir de la crisis.
Y como estamos en el asunto de la economía, pues sigamos con
ella por my maltrecha que esté en los momentos actuales,
donde los españoles somos cada día más pobres gracias a las
últimas subidas realizadas en el gas, luz, transporte
público que, sin duda alguna, arrastraran con esas subidas a
los artículos de primera necesidad.
Pues bien, el presidente del Gobierno., José Luis Rodríguez
Zapatero ha emplazado a las cajas de ahorros a mejorar su
situación de solvencia “lo antes posible” y recordó que el
dinero público del Frob sigue disponibles.
Para que nos entendamos que se les va dar a las cajas de
ahorros para que regulen su mala situación económica dinero
público, o sea que sale del bolsillo de todos los españoles,
tratando de ganar confianza.
A igual que en la ocasión de la crisis, tengo mí personal e
intransferible teoría que, precisamente, no pasa por darle
más dinero público a las cajas de ahorros. Pero, en estos
momentos, no voy a aportar ninguna solución. Sería, como en
la anterior, una perdida deliberada de tiempo. Y mi tiempo
es oro. Bueno, es una frase hecha, porque si mi tiempo fuese
oro, me faltaría tiempo para venderlo. Quien quiera saber a
Salamanca.
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