Y a Dios lo que es de Dios. El hecho de seguir una ideología
política determinada no tiene por qué convertirnos en seres
inmovilistas, radicales e inflexibles para con los actos de
los contrarios. Lo hagan mal o lo hagan bien.
Si lo hacen mal ¡caña! Salpimentando el tema con la exigible
malicia. Pero si lo hacen bien hay que tener la honradez de
reconocerlo. Y aplaudirlo. Y lo que es más importante, no
caer en la vileza de silenciarlo por motivos espúreos.
Todo esto va porque, ayer, leí la noticia de la visita del
socialista José Antonio Carracao a una familia que tiene
problemas con su vivienda, porque el camino de acceso está
intransitable. Una humilde familia y un camino cochambroso
merecieron la visita del Secretario General del PSOE ceutí.
Lógicamente yo, que acabo de aterrizar de la península,
puedo afirmar que sufrí una especie de shock. Releí el
asunto, pregunté e indagué sobre un comportamiento tan
atípico en un político del partido gobernante y todos
vinieron en afirmarme que Carracao es, por naturaleza, el
representante de la izquierda ceutí porque, el resto de los
partidos localistas que cacarean y rentabilizan sus opciones
para tratar de acomodarse en el sillón, son un puro folklore
y un batiburrillo ideológico que nadie acaba de entender y
que carece de contenido real.
De hecho, ninguno del resto de los partidos que se pregonan
“socialistas” y que encima dicen defender los intereses de
los musulmanes, se ocupó ni preocupó de la calamitosa
situación de esta familia, tuvo que ser el único socialista
“pata negra-denominación de origen” el que se alargó a
ofrecer su ayuda. Y yo, que soy más de derechas que el
“Hola” y Carolina de Mónaco juntos, no puedo menos que
afirmar que, pese a sus tendencias izquierdosas, este Jose
Antonio Carracao es un tipo humano, es un buen tipo.
Claro que, el que fuera “noticiable” la familia sin
carretera es algo que me maravilló aún más. Si un mal camino
es noticia en Ceuta es porque Ceuta debe ofrecer una calidad
de vida y de servicios infinitamente superior a la del resto
de España. Y la sensibilidad demostrada de Carracao se
corresponde a la realidad ceutí, que no a la del resto de la
Nación.
¿Una familia con una casa “aislada”? Vamonos a Andalucía,
bastión histórico del socialismo español, a la barriada
malagueña de los Asperones, chabolas, basuras, calles sin
asfaltar y niños chapoteando en los charcos y comiditos de
mierda. O a las Tres Mil viviendas sevillanas con las casas
ruinosas y devastadas y un poco más allá los asentamientos
de chabolas, sin luz ni agua corriente y que se inundan con
las lluvias. Bueno, no están “muy” aislados, pero a los
niños les muerden las ratas. Sí están aisladas miles de
casas de campo por esos montes, con carriles de cabras para
acceder, muchas sin luz y sin agua. Y en Córdoba les da por
asentarse debajo de los puentes con los cartones, tipo
muebles de Ikea, montar y desmontar, llega la lluvia,
amenaza la riá y los gitanos desmontan y se van a mojarse
bajo los plásticos y los cartones unos metros más arriba,
para no ahogarse con la crecida del cauce.
Son más de ocho millones de pobres los que pasan fatigas en
España y para estos pobres, el menor de sus problemas sería
acceder a sus casas por una mala carretera, porque eso al
menos significaría que tienen un techo y cuatro paredes para
quitarse el frío y, a un tirón por la carretera, siempre se
pueden encontrar los contenedores de basura de alguna gran
superficie o de un supermercado para abastecerse.
La acción de este socialista conmueve. Nunca he tenido
noticias de socialistas enfangándose entre chabolas o
asentamientos, ni pisando charcos salpicados de jeringuillas
usadas en las Barranquillas madrileñas, bueno, tampoco estos
pobres piden una autopista de peaje para llegar a sus
enclaves de calles embarradas, pero como si pidieran que le
regalaran un cupón de la ONCE, pasan de ellos y además
raramente los pobres de solemnidad van a votar así que no
merece la pena dorarles la píldora.
Carracao se entera de que una familia lo está pasando mal en
la ciudad y se presenta para ofrecerse, por ver si puede
hacer algo. Me figuro al socialista en la durísima España
del hambre y del millón de vagabundos sin techo que duermen
en los cajeros si hay suerte, o tapados malamente con
cartones y una manta húmeda que les da Cáritas. La España de
la clase trabajadora arrojada de sus pisitos por los
tiburones de los bancos, toda la familia en paro y teniendo
que ponerse en las colas de los bancos de alimentos para
llevarse el pan, la leche y lo poco que les puedan dar. No
son indigentes. Hasta hace unos años pagaban la hipoteca y
las letras del coche, son los nuevos pobres de los 426 euros
que ahora les quitan porque “el Gobierno va a dar una paga
pero haciendo cursos” ¡Que idílico! ¡A ver quien tiene las
santas pelotas de enjaretar cursos para dar de comer a
cuatro millones de parados!¿Cuantos miles de cursos se
tendrán que sacar deprisa y corriendo de la manga?¡Venga
ya!.
Al Cesar lo que es de Cesar y a Dios lo que es de Dios. Este
Secretario le ha pasado la pata por lo alto a todos los
“sucedáneos-socialistas-localistas” de Ceuta. Es un buen
tipo. Por eso me alegro de que sea la cabeza visible de la
izquierda ceutí y el “único” representante del socialismo y
me alegro porque, con ese corazón que tiene, no duraba dos
días en la dura realidad nacional. Me lo figuro desencajado
ante las colas de jubilados de paguillas de trescientos
euros, atendiendo con avidez a que, los reponedores,
comiencen a tirar a los contenedores los yogures caducados y
las bandejas de carne semiaveriada. Me imagino a Carracao
mirando descompuesto las filas de familias a las puertas de
los comedores sociales y topándose con bultos informes bajo
cartones al amparo de las cornisas. Esa gente no tienen el
problema de caminos sin asfaltar, porque no tienen casas a
las que llegar.
Y por ninguno de nuestros ocho millones de pobres, cuatro
millones de parados y más de un millón de sintecho de todas
las Autonomías, nadie, absolutamente nadie, presentará jamás
ni una mísera moción. ¿Moción de qué? Los africanos de
Huelva y Jaen esperan a que los gitanos tiren los
desperdicios del almuerzo, que han recogido de la basura,
para comer ellos.
Una “moción en el pleno” por un camino sin asfaltar me
emociona hasta las lágrimas, porque me imagino que he
aterrizado en el planeta de “un mundo feliz” de tan
bellamente ideal que resulta.
¿Se figuran si cada Secretario General socialista presentara
una moción en un pleno por cada familia española que está
pasando hambre? Faltaban horas en el día y días en el año
para celebrar plenos y mociones. Me gusta Carracao, porque
sabe estar con quienes tienen problemas.
Y me gusta que esos problemas sean como el de la foto del
periódico. Los “otros” los “terribles” le partirían el
corazón, lo sé. Son demasiado malos para un hombre bueno.
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