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OPINIÓN - SÁBADO, 15 DE ENERO DE 2011

 
OPINIÓN / COLABORACIÓN

Al Cesar lo que es del Cesar… Reflexión sobre un buen tipo

Por  Nuria Van Den Berghe


Y a Dios lo que es de Dios. El hecho de seguir una ideología política determinada no tiene por qué convertirnos en seres inmovilistas, radicales e inflexibles para con los actos de los contrarios. Lo hagan mal o lo hagan bien.

Si lo hacen mal ¡caña! Salpimentando el tema con la exigible malicia. Pero si lo hacen bien hay que tener la honradez de reconocerlo. Y aplaudirlo. Y lo que es más importante, no caer en la vileza de silenciarlo por motivos espúreos.

Todo esto va porque, ayer, leí la noticia de la visita del socialista José Antonio Carracao a una familia que tiene problemas con su vivienda, porque el camino de acceso está intransitable. Una humilde familia y un camino cochambroso merecieron la visita del Secretario General del PSOE ceutí. Lógicamente yo, que acabo de aterrizar de la península, puedo afirmar que sufrí una especie de shock. Releí el asunto, pregunté e indagué sobre un comportamiento tan atípico en un político del partido gobernante y todos vinieron en afirmarme que Carracao es, por naturaleza, el representante de la izquierda ceutí porque, el resto de los partidos localistas que cacarean y rentabilizan sus opciones para tratar de acomodarse en el sillón, son un puro folklore y un batiburrillo ideológico que nadie acaba de entender y que carece de contenido real.

De hecho, ninguno del resto de los partidos que se pregonan “socialistas” y que encima dicen defender los intereses de los musulmanes, se ocupó ni preocupó de la calamitosa situación de esta familia, tuvo que ser el único socialista “pata negra-denominación de origen” el que se alargó a ofrecer su ayuda. Y yo, que soy más de derechas que el “Hola” y Carolina de Mónaco juntos, no puedo menos que afirmar que, pese a sus tendencias izquierdosas, este Jose Antonio Carracao es un tipo humano, es un buen tipo.

Claro que, el que fuera “noticiable” la familia sin carretera es algo que me maravilló aún más. Si un mal camino es noticia en Ceuta es porque Ceuta debe ofrecer una calidad de vida y de servicios infinitamente superior a la del resto de España. Y la sensibilidad demostrada de Carracao se corresponde a la realidad ceutí, que no a la del resto de la Nación.

¿Una familia con una casa “aislada”? Vamonos a Andalucía, bastión histórico del socialismo español, a la barriada malagueña de los Asperones, chabolas, basuras, calles sin asfaltar y niños chapoteando en los charcos y comiditos de mierda. O a las Tres Mil viviendas sevillanas con las casas ruinosas y devastadas y un poco más allá los asentamientos de chabolas, sin luz ni agua corriente y que se inundan con las lluvias. Bueno, no están “muy” aislados, pero a los niños les muerden las ratas. Sí están aisladas miles de casas de campo por esos montes, con carriles de cabras para acceder, muchas sin luz y sin agua. Y en Córdoba les da por asentarse debajo de los puentes con los cartones, tipo muebles de Ikea, montar y desmontar, llega la lluvia, amenaza la riá y los gitanos desmontan y se van a mojarse bajo los plásticos y los cartones unos metros más arriba, para no ahogarse con la crecida del cauce.

Son más de ocho millones de pobres los que pasan fatigas en España y para estos pobres, el menor de sus problemas sería acceder a sus casas por una mala carretera, porque eso al menos significaría que tienen un techo y cuatro paredes para quitarse el frío y, a un tirón por la carretera, siempre se pueden encontrar los contenedores de basura de alguna gran superficie o de un supermercado para abastecerse.

La acción de este socialista conmueve. Nunca he tenido noticias de socialistas enfangándose entre chabolas o asentamientos, ni pisando charcos salpicados de jeringuillas usadas en las Barranquillas madrileñas, bueno, tampoco estos pobres piden una autopista de peaje para llegar a sus enclaves de calles embarradas, pero como si pidieran que le regalaran un cupón de la ONCE, pasan de ellos y además raramente los pobres de solemnidad van a votar así que no merece la pena dorarles la píldora.

Carracao se entera de que una familia lo está pasando mal en la ciudad y se presenta para ofrecerse, por ver si puede hacer algo. Me figuro al socialista en la durísima España del hambre y del millón de vagabundos sin techo que duermen en los cajeros si hay suerte, o tapados malamente con cartones y una manta húmeda que les da Cáritas. La España de la clase trabajadora arrojada de sus pisitos por los tiburones de los bancos, toda la familia en paro y teniendo que ponerse en las colas de los bancos de alimentos para llevarse el pan, la leche y lo poco que les puedan dar. No son indigentes. Hasta hace unos años pagaban la hipoteca y las letras del coche, son los nuevos pobres de los 426 euros que ahora les quitan porque “el Gobierno va a dar una paga pero haciendo cursos” ¡Que idílico! ¡A ver quien tiene las santas pelotas de enjaretar cursos para dar de comer a cuatro millones de parados!¿Cuantos miles de cursos se tendrán que sacar deprisa y corriendo de la manga?¡Venga ya!.

Al Cesar lo que es de Cesar y a Dios lo que es de Dios. Este Secretario le ha pasado la pata por lo alto a todos los “sucedáneos-socialistas-localistas” de Ceuta. Es un buen tipo. Por eso me alegro de que sea la cabeza visible de la izquierda ceutí y el “único” representante del socialismo y me alegro porque, con ese corazón que tiene, no duraba dos días en la dura realidad nacional. Me lo figuro desencajado ante las colas de jubilados de paguillas de trescientos euros, atendiendo con avidez a que, los reponedores, comiencen a tirar a los contenedores los yogures caducados y las bandejas de carne semiaveriada. Me imagino a Carracao mirando descompuesto las filas de familias a las puertas de los comedores sociales y topándose con bultos informes bajo cartones al amparo de las cornisas. Esa gente no tienen el problema de caminos sin asfaltar, porque no tienen casas a las que llegar.

Y por ninguno de nuestros ocho millones de pobres, cuatro millones de parados y más de un millón de sintecho de todas las Autonomías, nadie, absolutamente nadie, presentará jamás ni una mísera moción. ¿Moción de qué? Los africanos de Huelva y Jaen esperan a que los gitanos tiren los desperdicios del almuerzo, que han recogido de la basura, para comer ellos.

Una “moción en el pleno” por un camino sin asfaltar me emociona hasta las lágrimas, porque me imagino que he aterrizado en el planeta de “un mundo feliz” de tan bellamente ideal que resulta.

¿Se figuran si cada Secretario General socialista presentara una moción en un pleno por cada familia española que está pasando hambre? Faltaban horas en el día y días en el año para celebrar plenos y mociones. Me gusta Carracao, porque sabe estar con quienes tienen problemas.

Y me gusta que esos problemas sean como el de la foto del periódico. Los “otros” los “terribles” le partirían el corazón, lo sé. Son demasiado malos para un hombre bueno.
 

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