Algunos de los autores del informe ‘El abandono escolar
temprano en las ciudades de Ceuta y Melilla’ estuvieron ayer
presentes en la sala de juntas de la Facultad de Educación y
Humanidades para realizar un análisis de los aspectos más
determinantes de este estudio. Según las encuestas
realizadas la ratio en los centros educativos no es un
factor que influya de forma destacada en las tasas de
abandono.
El rector de la Facultad de Educación y Humanidades, Ramón
Galindo, fue el encargado de abrir el acto de presentación
del libro, ‘El abandono escolar temprano en las ciudades de
Ceuta y Melilla’, un pormenorizado informe sobre los
factores más influyentes para que las tasas de abandono y
fracaso escolar en las Ciudades Autónomas sean mucho más
altas que el resto de España.
Tras la intervención de Galindo, tomó la palabra el
subdirector general de Cooperación Territorial del
Ministerio de Educación, Manuel Bellón, quien se refirió a
la importancia que tiene el libro puesto que “se había
hablado mucho sobre este tema de forma teórica y el
Ministerio no quería un estudio más, sino algo más empírico
y que estuviera plenamente centrado en la realidad, es
decir, que diera las claves para contrarrestar el grave
problema”.
Bellón afirmó que el abandono escolar temprano era
comparable a “una bomba de relojería” ya que la situación es
aún más preocupante debido a la crisis económica que afecta
al país, “castiga más a las personas sin formación, la
economía sólo está preparada para absorber a un 15% de
ciudades no formados académicamente, hecho que debe ser
tenido en cuenta”.
No obstante, Bellón reconoció que el nivel de ratio en los
centros ceutíes, “objeto de multitud de controversias”, no
entraba dentro de los factores más determinantes que
influyen en el abandono escolar, “hay multitud de aspectos
más influyentes, en contra de la opinión”.
Entre las medidas a tener en cuenta, el estudio señala la
necesidad de una educación temprana, “fundamental en
aspectos de socialización del individuo y en el desarrollo
de competencias básicas que terminan influyendo en el resto
de su vida”, destacó Bellón.
La comunicación entre el alumno y el profesor debe ser mucho
más fluida ya que el libro señala como condición “muy
relevante para que los estudiantes se sientan apoyados y no
piensen en abandonar los estudios”.
Uno de los datos más esclarecedores de este informe es la
opinión de la mayoría de los encuestados que habían
abandonado de forma temprana los estudios y que pensaban que
se habían equivocado al tomar esa decisión, “alrededor de un
73% de esos alumnos continúan en la actualidad sin tener
titulación”, confirmó Bellón.
Sin embargo, dentro de los malos datos educativos hay un
aspecto positivo: el nivel de equidad en las aulas.
|