La representante del Ministerio Fiscal en la ciudad solicitó
ayer la pena de tres años y ocho meses de prisión, y una
multa de 126.555 euros para dos hombres que ocuparon el
banquillo de los acusados por un delito contra la salud
pública, del que se declararon inocentes, por lo que la
defensa solicitó para ellos la libre absolución.
Los hechos tuvieron lugar en la zona de preembarque de
vehículos de la Estación Marítima, cuando los agentes de la
Guardia Civil intervinieron, en el turismo en el que
viajaban los dos acusados, 87 bloques de hachís que se
encontraban ocultos en el interior del salpicadero y que
arrojaron un peso de casi 24 kilos. Ante tales acusaciones
ejercidas tanto por la Benemérita como por la Fiscalía, el
primero de los acusados argumentó que desconocía la
existencia de la droga y que esta la pudo haber introducido
su compañero de banquillo ya que ambos viajaron a Málaga y
“luego, le presté mi coche para ir a Barcelona y
posteriormente a Marruecos”. Sin embargo, el segundo
encausado negó la versión de este, asegurando no haberle
pedido “nunca” el coche aunque sí afirmó que se dirigía a
Barcelona para renovar su residencia. Otra de las
contradicciones de ambos recayó sobre la supuesta familia
que el segundo encausado iba a desplazar en el coche y que
él mismo insistió en que “el otro se lo ha inventado todo”.
Ante tales versiones, los letrados de la defensa pusieron en
tela de juicio la intervención realizada por la Guardia
Civil, “sin intérpretes, cuando ellos no hablan nada de
español”, y “sin el documento que refleja” cuál fue la
cadena de custodia por la que pasó la droga intervenida. Una
vez concluidos los interrogatorios, el magistrado dejó el
juicio visto para sentencia.
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