He aquí el grito de guerra de los españolitos saturados por
el estado policial que padecemos. Pero hay que ser sensatos,
humanitarios, solidarios y tal Pascual, porque es “lógico”
que, los depauperados socialistas a quienes hoy por hoy, por
no votarles, no les votarían ni sus propios familiares,
“necesitan” de forma absoluta ensartan leyes sandias,
medidas irritantes, recortes de libertades infumables en la
UE y, en una palabra, ir en plan “tocapelotas” para con los
ciudadanos, para tenernos entretenidos y enzarzados, como
gatos rabiando y profundamente cabreados ante la conciencia
plena de que estamos “reprimidos” en lo accesorio. Y así tal
vez nos olvidemos de que, a partir de “ya”, los parados de
larga duración y sin derecho a subsidios, van a verse
privados de sus míseros 426 eurillos. De la paga del hambre.
Normal que el Gobierno no pueda desbaratar nuestros dineros
ni nuestro sudor en paliar la hambruna de miles de familias
desesperadas. No. Los dineros se necesitan para temas
“relevantes y trascendentes” por ejemplo, dos millones de
euros para la conservación de “la cúpula de Barceló” ya
saben, el parque temático del gotelé que el amiguete artista
de los socialistas maquinó para la sede de una alta
institución. Millones de euros tirados en llenar el techo
del invento con pegotes de escayola coloreada, pero luego
pasa lo que pasa y el gotelé empezó a agrietarse y a hacer
encima de las cabezas de las personalidades y ahora andan
acojonados no vaya a caerle un peñasco escayolado al
representante de Corea del Norte o al iraní y digan que
Occidente está atentando contra ellos y nos declaren la
guerra.
Es una anécdota simbólica, como la subvención millonaria a
los congoleños que tengan los pies zambos o para la
promoción de los usos y costumbres de Papua o para promover
el pistacho en Afganistán. Parida tras parida. Y las
criaturas en España pasando fatigas. Y a partir de febrero,
más todavía.
De ahí la “Ley Antitabaco”. Que no se fume en lugares
públicos de uso indispensable para el ciudadano como en
centros oficiales u hospitales es normal. Se habilitan
espacios para no privar a nadie de su derecho a hacer con su
salud lo que le salga de los huevos y a otra cosa mariposa.
Pero, el intríngulis está en que, los bares y los
restaurantes son lugares de ocio voluntario, acudir a
tomarse una copichuela o a un café con periódico no es, ni
indispensable, ni de primera necesidad. Va el que quiere. Es
un acto voluntario. No es una Delegación adonde hay que
acudir para que te sellen el papelajo y te den el impreso,
ni un hospital al que acudes enfermo, ni una comisaría donde
te alargas para “la denunsia”, ni un juzgado donde te
acercas para que se te ponga mal cuerpo.
Pero, los moncloitas querían “liarla” y pasan tres pueblos
de la ruina de la hostelería ¿a ellos que les importa que
nos arruinemos un poco más? De todas formas saben que nadie
les va a votar y si nos joden, encima se vengan, porque,
primero, les vamos a echar y luego les vamos a echar las
cuentas. Todos sus no-votantes somos enemigos potenciales y
aprovechan lo poco que les queda para represaliarnos y
reprimirnos, eso debe constituir para ellos algún tipo de
consuelo y alivio moral.
Lo malo es que, los españoles no estamos por la labor de
abrir las tragaderas. Y menos aún desde que hemos visto la
serie “Viriato” por Antena 3 y nos hemos sacudido un poco el
muermo y el conformismo. Jose Arias, el hostelero del Asador
Guadalmina, hijo de una familia de vascos españoles de los
que, en los duros años ochenta, tuvieron que salir
escopeteados y aterrizaron en Marbella, ha sido el primero
que ha manifestado que, en “su” negocio se fuma porque es
“suyo” y porque le sale de “sus” cojones y que además,
repite y repetimos todos, estos gobernantes no están
legitimizados, porque el pueblo les ha retirado su confianza
y queremos que se vayan.
Estuve con Jose Arias y con la belicosa duquesa Eva de
Hoces, mi amiguísima del alma, fumando y apoyando, más de
cinco mil firmas en pocos días ¿adhesiones? asadorguadalmina@silopa.com
, para contactar con Jose y nuestra causa de “Contra
represión, insumisión” el 607 303700. Luego están los
hosteleros cordobeses y los enrabiados hosteleros vascos,
los levantinos, que echan leches, los maños que no tragan y
los de Madriz con zeta que han formado una confederación.
¿Qué quien paga los costosos arreglos de las áreas de
fumadores de que ordenó la ley hace cuatro días? Nadie.
Todos son pérdidas. Y encima, como proliferan las estufas
exteriores para que los españoles nos consolemos con el café
y el cigarrito, dicen que van a fijar normas e impuestos
sobre las estufas. Porque calentarse en la calle vale
dinero. Normal que “estos de ahora” necesiten dinero, el que
había ya no lo hay y su política de subvenciones manirrota y
de desparrame del dinero tiene que hacerse a costa de
nuestra ruina total. El problemilla que tienen es que, para
la Memoria Histórica del enfrentamiento y la revancha están
muy avanzados, pero para recordar quienes somos los
españoles y de la leche de la que venimos están
desmemoriados totales. ¿Qué nos reprimen? Pues no nos
dejamos. Ancha es Castilla. Que viva Numancia y Viriato
existe. (Y fumaba Chester, se han encontrado colillas en
catas arqueológicas).
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