La dirección del Centro de Estancia Temporal para
Inmigrantes (CETI) llevará a cabo, durante la jornada de
hoy, una salida programada de cinco residentes que serán
trasladados a un centro de acogida de la península, tal y
como estipula la Ley de Extranjería cuando los inmigrantes
se encuentran en una situación de alta vulnerabilidad y la
Secretaría de Estado e Inmigración da luz verde a la partida
del extranjero.
Nigeria, Sudán, Camerún, Somalia o la República Democrática
del Congo son algunas de las nacionalidades de estos
inmigrantes que abandonarán hoy las instalaciones del Jaral,
aunque no han sido ni serán los únicos en dejar el recinto
ya que desde el propio centro confirmaron la salida, el
pasado martes, de otros cinco residentes y el jueves
anterior, cinco más. Aún así, “estamos en contacto con
Madrid para que estas salidas continúen puesto que tenemos
un grupo de unos 15 ó 20 residentes que cumplen los
requisitos necesarios para que salgan a la península con
destino a centros de acogida cuyo cometido es la integración
social”, explicó Carlos Bergoenchea, director del CETI.
Es un equipo multidisciplinar compuesto por psicólogos,
médicos, juristas, trabajadores y educadores sociales, entre
otros, el que valora el perfil que presenta el inmigrante
susceptible de abandonar el centro, teniendo en cuenta
varios factores como el que lleve más de tres años en el
CETI, “que puede provocar un perjuicio para la salud
mental”, que se trate de núcleos familiares con menores a su
cargo, “porque no se considera el mejor lugar para la
evolución de un niño”, o la precariedad o vulnerabilidad en
la llegada del propio inmigrante, “lo que supone un
perjuicio social, físico y psíquico”, valoró el director del
Centro de Estancia Temporal para Inmigrantes.
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