Los dueños del hotel Ulises, de los bingos y de algunas
discotecas de Ceuta están planteándose ofrecer cigarrillos
elctrónicos desechables entre sus clientes, e incluso
colocar una máquina expendedora en sus instalaciones. De
momento, la venta del kit, que incluye el artilugio y
recambios con sabor a tabaco y a menta, está funcionando
bien.
El cigarrillo electrónico está haciéndose un hueco entre los
fumadores aspirantes a convertirse en ex-fumadores.
Tras la nueva normativa del tabaco, vigente desde el pasado
2 de enero, está prohibido fumar en lugares cerrados, lo que
incluye cafeterías, hoteles o centros de ocio. Una decisión
legislativa que provocó, con el cambio de año, más de un
dolor de cabeza en los hosteleros. Pero ya se sabe, los
tiempos de crisis son fructíferos para las nuevas ideas. Y
así surgió el cigarrillo electrónico.
Para sobrellevar la ansiedad de no fumar, muchos fumadores
han optado por este dispositivo a pilas que imita al cigarro
tradicional, pero que solo desprende vapor.
Un paquete cuesta entre 35 y 47 euros, según dónde se
compre, e incluye el cigarro, un cargador (algunos paquetes
incluyen, además del cargador para la luz, otros dos, para
el coche y para el ordenador) y tres recambios. Cada uno de
estos recambios equivale a unos 18 cigarrillos.
Además, el kit incluye recargas con sabor a tabaco y con
sabor a menta, y también pueden adquirirse con sabor a
manzana y a limón.
En Ceuta, las farmacias, algunos herbolarios y los
‘Electrodomésticos Ratan’ son los encargados de
distribuirlos, y aseguran que la venta está yendo muy bien.
De hecho, al final de la mañana de ayer, en ‘Ratan’ solo
quedaba un cigarrillo electrónico. “Además -explicaban-, se
vendieron muchos los días previos a Reyes”.
Es por ello que algunos hosteleros están planteándose
ofrecerlos en sus locales. Existen cigarrillos electrónicos
desechables que cuestan 10 euros el paquete de veinte. El
director del hotel Ulises, Fernando Alcalá, está pensando
ofrecerlo como servicio alternativo a sus clientes, además
de colocar una máquina expendedora de cigarrillos
electrónicos al lado de la del tabaco común. “Yo los probé
el otro día en un vuelo y creo que no son lo mismo que un
cigarro, pero que serán un comienzo”, explica. También el
director de los bingos y algunos dueños de las discotecas de
Ceuta están planteándose ofrecerlo en sus salas. Quien no
piensa igual es José Ávila, director del hotel Trip: “Si no
se fuma, pues no se fuma”.
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