Si a uno le ponen tristes las navidades, es probable que se
anime a atracones gastronómicos. Si las fiestas provocan
euforias que terminan en encuentros sociales, suelen
decorarse con abundantes platos y alcohol. Ahora que han
terminado las fiestas, y sus consecuentes celebraciones
alrededor de la mesa, llega la hora de recuperar la figura.
Lo fundamental es hacerlo “con sentido común”. Así lo
describe el médico del hospital universitario Jesús
Santiago, el cual plantea algunas recomendaciones a la hora
de perder peso, sin renunciar a cuida la salud. Uno o dos
kilos mensuales es lo máximo que recomienda perder. “Quien
pierde cinco kilos en cuatro semanas, después los recuperará
igual de rápido”, anota.
”Pero con lo del vestido no se iba a dejar, se lo probaba
todas las semanas y la propia Carmen tenía que ayudarla a
subirse el cierre. Era toda una proeza, le quedaba apretado,
pero iba cediendo. Rina estaba haciendo una dieta muy
estricta a base de alcachofa”. Pasajes como éste, extraido
de la novela ‘Hay ciertas cosas que una no puede hacer
descalza’, escrito por la periodista Margarita García Robayo,
reflejan situaciones habituales. Conversaciones frecuentes,
eco de propósitos recuperados cada año nuevo, de operaciones
bikinis primaverales y de dietas milagro que terminan en
desesperación.
A un lado, las buenas intenciones. Al otro, la huella que
dejan en la figura los polvorones, el turrón, la sidra, el
cubata y las cenas copiosas de las navidades, traducidas en
algunos kilos de más. Enero es por ello un mes recurrente
para la visita al endocrino, al dietista o a algún
especialista que guíe el camino de vuelta hacia el peso
ideal.
El doctor, especialista en medicina interna en el Hospital
Universitario de Ceuta, Jesús Santiago insiste en recordar
que las dietas de un solo alimento (la alcachofa, la piña,
el pepino) son siempre perjudiciales, ya que omiten la
combinación necesaria de proteínas, vitaminas, hidratos de
carbono y demás sustancias imprescindibles para elaborar una
dieta equilibrada y sana.
Las navidades, además de sus vertientes comerciales y
religiosas, se desarrollan en dos ámbitos que afectan “de
manera directa” en la alimentación y en la salud. “Son unas
fiestas que provocan, o bien euforia, o por el contrario,
desánimo”, explica el doctor, “en ambos casos, son estados
emocionales que suelen traducirse en comportamientos
alimenticios irregulares: o desaparece el apetito o se
producen los atracones.” Ambas actitudes son muy negativas
para el peso y la salud.
El otro campo en el que terminan jugando las navidades es
“en el social”, explica el médico. Al contrario de lo que
sucede en otros países, en España “se come por
sociabilidad”. Y en compañía, por tanto, se come más.
En cualquier caso, a la hora de controlar la alimentación de
una persona influyen muchos aspectos, por lo que cada dieta
“debe ser diferente según a quién va dirigida”. Por un lado,
juega un papel fundamental cada metabolismo, así como los
hábitos alimenticios y el estilo de vida. “Una persona puede
engordar más cuando come menos porque su cuerpo no está
acostumbrado y reacciona de manera negativa”, explica el
internista. El metabolismo, al ver que disminuye la cantidad
de comida, se ralentiza como mecanismo de supervivencia,
“quema menos calorías y engordas más”.
Por otro lado, personas con problemas de salud específicos,
como diabetes, hipertensión, malestares intestinales... a la
hora de enfrentarse a una dieta deben tener en cuenta otros
aspectos. Muchos, sin embargo, lo olvidan durante las
navidades: “Hay personas que además de comer y beber más y
sin control, durante estas fechas que hemos pasado deciden
no tomarse sus medicamentos. Y a la vuelta se nota, por lo
que deciden retrasar sus análisis periódicos lo máximo
posible”. Aunque también insistió en que son casos
“puntuales, la mayoría de los enfermos sí son responsables
con su medicación”.
El doctor también explica que, pese a los mitos y las
sabidurías populares, tampoco hay alimentos prohibidos:
“Cien gramos de chocolate tienen unas 600 calorías. Si solo
como chocolate, adelgazo, pero sería envenenarme”. Lo ideal
son, según ha añadido el doctor, las dietas equilibradas y
constantes en el tiempo. “Si una persona pierde cuatro kilos
en un mes, probablemente los recuperará pronto, lo más
conveniente es perder entre uno y dos kilos al mes”, ha
explicado el doctor, “aunque es cierto que en las primeras
semanas es cuando más rápido se pierde peso. Después, lo
difícil será mantenerse”.
Aunque dependen muchos aspectos como el ya citado
metabolismo, la constitución de cada cuerpo o la herencia
génetica que han dejado los padres, lo idóneo y más
saludable es que un hombre de 170 centímetros pese en torno
a los setenta kilos, mientras que una mujer de las mismas
características pese algunos kilos menos. Otro factor
influyente a tener en cuenta es la edad.
Hay varios consejos básicos para alcanzar y mantener ese
peso ideal. Uno de los más importante es tener el hábito de
hacer cinco comidas al día (el desayuno, la ingesta de media
mañana, el almuerzo, la merienda y la cena). Lo recomendable
en un día es consumir entre las 1.700 y las 2.000 calorías
diarias, en el caso de las mujeres, y unas 500 o 700 más, en
el caso de los hombres. Desórdenes alimenticios como
saltarse alguna comida o darse ‘atracones’ son muy
perjudiciales. En cinco tomas de alimentos controladas y
mucha ingesta de agua se asientan las bases de una buena
dieta. Sin olvidar dormir ocho horas y hacer algo de
ejercicio.
Por el contrario, una mala alimentación carente de
vitaminas, de proteínas o de hidratos de carbono puede
desembocar, además de en una subida de kilos, “en la pérdida
o la alteración de la menstruación en la mujer, en la caída
del cabello, en la rotura de las uñas, etcétera”, explicó
Santiago. Y concluye con un precepto básico: “Lo fundamental
es comer con sentido común”.
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Las dietas milagro para perder peso siempre pasan factura
Están las dietas de las frutas
(del melón, de la piña, del kiwi, de los cítricos, de las
ciruelas, del plátano...), las dietas cortas para perder
muchos kilos en pocos días, las dietas hechas con sopas o
purés o las que se basan en verduras. Por ejemplo, la dieta
de la alcachofa. Sin embargo, cualquier alimentación basada
en un solo alimento o dietas ‘milagro’ que prometen
resultados instantáneos y sorprendentes siempre son
perjudiciales para la salud, según ha explicado el doctor,
especialista en medicina interna en el Hospital
Universitario de Ceuta, Jesús Santiago. Algunos de los
efectos que puede producir, ha añadido el médico, son la
alteración o pérdida de la menstruación en la mujer, la
caída del cabello, la rotura de las uñas, etcétera.
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