En estas ocasión, frente al Écija, 2-2, y eso no es nada
bueno para las aspiraciones, totalmente, fundadas que hay,
cara al ascenso.
El empate, se mire por donde se mire, no fue injusto y eso
preocupa más, especialmente, cuando se había adelantado, en
el minuto 40, en el marcador el conjunto caballa: 1-0, con
tanto de Javi Navarro.
Idas y venidas
Los primeros 20 minutos del partido fueron de más control
del Ceuta, pero sin pegada de verdad.
A partir de aquí, cogió el ritmo el equipo visitante y,
precisamente, cuando más parecía dominar el equipo
sevillano, es cuando llegó el 1-0, que daba la vuelta al
partido, hasta el final de la primera mitad, gracias a ese
tanto de Javi Navarro que, una vez más, supo estar en su
sitio y supo abrir el marcador, cuando menos se esperaba.
Con este, ya son 8 los tantos marcados por el de Conil y con
ellos se han sumado varios puntos.
Segunda parte muy movida
Los de Écija no venían de paseo, y eso lo demostraron nada
más comenzar la segunda parte, cuando a los cuatro minutos,
Iván Moya lograba el tanto del primer empate.
Una vez más, se habían dado facilidades en la cobertura
ceutí, y una vez más el medio campo había sido una romería,
o eso es lo que parecía, cuando el equipo visitante
intentaba acercarse a los dominios de Fock.
La cosa no quedaba aquí y, en el minuto 22 de este segundo
tiempo, Mansilla se hace un lío y llega el auténtico
desgarrón para el Ceuta con un penalti que parecía más que
fabricado, prefabricado. Nadie se lo podía creer y el
fantasma de la derrota iba apareciendo sobre Alfonso Murube.
Ni que decir tiene que Andoni Goikoetxea, que fue un gran
central y que se habrá encontrado, a lo largo de su carrera
deportiva en circunstancias similares, debió mirar hacia
otra parte para que no le diera un infarto, en aquella
jugada que llevaba, en primer lugar a dejarse superar, con
el 1-2 de penalti, y luego a quedarse con un jugador menos,
por la expulsión del propio Mansilla.
Con 10 mejor que con 11
Hay un dicho que no se ajusta, en absoluto, a la realidad de
que Helenio Herrera, un gran entrenador de los años 60, del
siglo pasado, decía que se jugaba mejor con 10 que con 11.
Jamás Helenio Herrera dijo tal tontería y la prueba
manifiesta de lo que digo es que él siempre alineó 11,
porque no le permitieron alinear doce o más en cada
encuentro.
Lo que sí es cierto es que el amor propio, en situaciones
como la que se le presentó el domingo al Ceuta, hace que se
corra más, se ataque más y se entregue más un equipo, cuando
está al borde del KO.
Así actuó el Ceuta, desde el minuto 70 y prueba de ello es
que el meta Ramón, bien conocido de la afición ceutí, en el
minuto 71 hizo dos paradones seguidos que nos hicieron
pensar que por allí sería imposible marcar algún tanto más:”
a este no hay quien le marque hoy un gol”, dijo alguien en
la grada.
Pero el cántaro fue una y otra vez a la fuente, hasta que en
el 79 David Torres, que acababa de salir, establecía el 2-2
definitivo.
Se habían salvado los muebles, pero no había que cantar
victoria, se había logrado menos de lo que se esperaba, pero
no se había perdido todo.
El Ceuta sigue en cuarta posición
Pero ahora mismo, tal y como han ido las cosas, no es mucho
y muy especialmente cuando el San Roque, que no parecía de
los “invitados” es ahora mismo el tercero, ya veremos si por
poco o por mucho tiempo.
Hay mucha competición por delante, quedan encuentros de
rivales directos que pueden dar mucho “baile” a la
clasificación, y muy especialmente porque entre los cuatro
primeros, ahora mismo, no está el Cádiz, cosa que sí es un
gran problema, para ellos más que para los demás.
Aquí, lo que importa es el Ceuta y aquí lo que se ve es que
no se están aprovechando los resbalones de otros, derrota
del Cádiz, empate del Murcia y Sevilla B, que habría
colocado al Ceuta, a tiro de piedra del líder.
Una jornada decisiva
La próxima lo es para los cuatro o los cinco primeros, por
cuanto, todos ellos van a tener encuentros muy complicados:
Ceuta – Lucena
Cádiz – Alcalá de Guadaira
Sevilla B – Almería B
Roquetas – Murcia
En teoría, los que lo tienen más complicado son el Murcia y
el Ceuta, luego, sobre el terreno de juego, habrá que ver
hasta donde va a poder llegar cada uno.
Lo que sí nos debe quedar muy claro es que hagan lo que
hagan los otros, el Ceuta tiene que ganar sí, o sí, salvo
que quiera verse ligeramente apartado de uno de esos cuatro
primeros puestos, cosa que ni se piensa, ni se ha pensado
jamás en el equipo. |