Los bomberos sofocaron el fuego provocado por vándalos en un
vehículo todoterreno estacionado en la barriada Príncipe
Alfonso el domingo por la noche. El incendio se produjo
hacia las 12 y la dotación tuvo que emplearse a fondo para
neutralizar las llamas teniendo que emplear 2.000 litros de
agua en el servicio. Las llamas quedaron apagadas, pero el
coche acabó calcinado y, en esta ocasión, no se trataba de
un vehículo abandonado sino matriculado y, probablemente,
sustraído a su propietario.
Fue el segundo incendio de un coche el fin de semana, ya que
la madrugada del domingo, el Servicio de Extinción tuvo que
acudir a la barriada Juan Carlos I a apagar las llamas en
otro.
El domingo a las diez y media de la noche, una dotación de
bomberos acudió a un piso del que salía humo por una ventana
y cuando llegó el incendio estaba sofocado.
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