El partido político critica la gestión de la Ciudad Autónoma
en el proyecto de cambio de ubicación del céntrico mercado
ceutí y la tilda de “secretista”. A su juicio, no se está
contando con los concesionarios de los puestos de venta para
que opinen sobre el traslado. Por contra, acusa a los
responsables de Mercados en la Consejería de Sanidad y
Consumo de hacer exigencias “duras e implacables” a los
comerciantes sobre los cambios de actividad que solicitan y
los horarios de apertura.
El Partido Democrático y Social de Ceuta (PDSC) ha pedido en
un comunicado hecho público ayer a la consejera de Sanidad y
Consumo, Adela Nieto, que comunique “los planes reales que
tiene el Gobierno del señor Vivas” para el Mercado de
Abastos de Ceuta.
El PDSC sostiene que la reubicación del céntrico mercado
está rodeado de “secretismo” y ello está creando un clima de
incertidumbre en los concesionarios de los puestos de venta
que aseguran no haber sido consultados para los posibles
cambios que se vayan a realizar.
Este partido político explica que “ya se habla de una
posible venta del solar que ocupa dicho mercado en
detrimento de numerosas familias” e interpreta que esa
posible venta se debe a que “la Ciudad Autónoma de Ceuta
necesita de líquido urgentemente con la venta de parcelas
públicas”.
El comunicado describe un panorama de “miedo y angustia”
entre los comerciantes del mercado porque “son ya años de
especulación sobre el sitio donde los van a reubicar”.
Asimismo, recuerda que los vendedores “están sufriendo
duramente las embestidas de la crisis, las ventas han
sufrido un bajón espectacular y apenas pueden con los gastos
de mantenimiento de sus negocios como son seguros sociales,
agua y luz”. Además, los negocios se enfrentan a la
competencia de las grandes superficies y la caída de la
afluencia de turistas lo que lleva a muchos de ellos a “una
economía de subsistencia”.
El PDSC considera que los responsables de Mercados de la
Ciudad hacen exigencias “duras e implacables” a estos
negocios como negarles la autorización para cambiar la
actividad o imponerles horarios que no ayudan a vender más.
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