Venimos viendo en televisión,
leyendo en periódicos y oyendo en las tertulias
radiofónicas, los distintos comentarios que se vienen
haciendo con referencia a la no aceptación por Mariano Rajoy
a la candidatura para las próximas elecciones a presidentes
de Comunidades Autónomas de Francisco Álvarez Cascos que se
postulaba para la de Asturias.
Y no nos llama la más mínima atención el que Rajoy dé el
portazo en las narices a Francisco Álvarez Cascos, quien
tiene acreditada su valía y entrega al Partido Popular
durante mas de los treinta y tres años que ha venido
militando en este Partido (primero en alianza Popular desde
la creación de Reforma Democrática, embrión de esta entidad
política con la Unión del Pueblo Español en cuya asamblea de
constitución tuvimos el honor de participar) y otros
partidos entre ellos Acción por Ceuta.
Francisco Álvarez Cascos ha sido Vicepresidente Primero y
Ministro de la Presidencia (1995/2000) y Ministro de Fomento
(2000/2004), siendo presidente José María Aznar. Tiene
acreditada su valía en cuantas funciones vino desarrollando
en el Gobierno y en el Consejo Asturiano y, muy
especialmente, en cuanto al desarrollo de la región, con la
creación de la infraestructura ferroviaria y la Autovía del
Cantábrico, obras actualmente paralizadas. Además es, según
las encuestas, la persona con mas predicamento entre el
electorado asturiano para regir los destinos de su Autonomía
sin que Mariano Rajoy hubiese tenido en cuenta los valiosos
méritos por él contraídos para encabezar la candidatura de
su región. Es más, según se ha publicado, no contó en el
Comité Ejecutivo en que se trató sobre los candidatos a las
autonómicas más que con el apoyo del veterano Feliciano
Blázquez , al que conocimos durante nuestra estancia en
Tetuán (Marruecos) don de él prestaba servicios como médico
en el Hospital Español de dicha ciudad.
No nos ha extrañado, por otra aparte, que Mariano Rajoy
prescindiera de Álvarez Cascos para candidato a la
presidencia de Asturias y promoviera a la desconocida Isabel
Pérez Espinosa, ya que también hizo lo propio con Joseph
Piqué y Alexis Vidal en Cataluña y, en otro orden de cosas,
con Ángel Acebes, Zaplana, Manuel Pizarro, etc. postergados
de las altas esferas del PP. Con Rodrigo Rato no se atrevió
a impedir su deseo de ejercer la presidencia de Caja Madrid,
candidato al cargo con propuesta nada menos de que Esperanza
Aguirre, aunque tampoco nos deben extrañar estos hechos en
Ceuta, con personas como el ex-presidente Jesús Fortes,
Alfonso Conejo o Isidro Hurtado de Mendoza que, aunque
procedentes de la U.C.D. prestaron muy buenos servicios a la
estructura de los populares en Ceuta, sin recibir, a cambio,
ninguna clase de prebendas como se ha procedido con otros
para los que se han creado organismos para el disfrute de un
retiro provechoso y, seguramente, unas consignaciones con
carácter de dietas o de gastos de representación para
mejorar su “precaria” situación económica, dando paso,
también, al advenedizo Pedro Gordillo, a quien se aupó nada
menos que, aparte de a la presidencia del partido, a la
vicepresidencia de la Autonomía Ceutí.
En pocas palabras y para terminar: estimamos que Mariano
Rajoy, con la no aceptación de la candidatura de Francisco
Álvarez Cascos para la presidencia de la Comunidad Autónoma
de Asturias, se equivoca.
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