Una vez finalizadas las festividades tradicionales de estas
fechas, criticadas por algunos aunque disfrutadas por todos,
es el momento oportuno de iniciar una serie de artículos
relacionados con las numerosas decisiones protagonizadas por
quien ya desempeñara importantes labores políticas entre
1988 y 1991, actualmente socio político de la primera
formación política en la oposición, la coalición Caballas.
No obstante, en esta ocasión, nos centraremos exclusivamente
en reflexionar sobre la difusión de un mensaje vertido
siempre desde aquellas formaciones políticas, que se
encuentran en la oposición, formaciones que mantienen una
constante, criticar por costumbre a quien ostenta la máxima
representación política.
En numerosas ocasiones estas formaciones políticas han
compartido con la ciudadanía un mensaje erróneo extraído de
la siguiente afirmación “un gobierno en mayoría es
perjudicial para la democracia” argumentándolo en un
presunto “totalitarismo” en la aprobación por parte del
grupo parlamentario que sustenta al Gobierno de determinadas
propuestas obviando premeditadamente, que dicha mayoría es
siempre concedida por quien ostenta la soberanía nacional es
decir, por la ciudadanía. Por tanto, una vez más, estas
formaciones políticas muestran su más absoluta incoherencia
al criticar un ejercicio democrático que sustenta nuestro
sistema político.
Formaciones políticas, que menosprecian intencionadamente la
responsabilidad de unos ciudadanos que deciden otorgar su
confianza a quien demuestra mayor grado de compromiso, tras
examinar y valorar los diferentes programas electorales con
los que estos concurren a las elecciones así como, tras
analizar el comportamiento de los diferentes líderes en los
meses anteriores, decidiéndose finalmente por el que
demuestra mayor grado de sensibilidad con las necesidades de
la sociedad en general, sin exclusiones de ningún tipo. Una
ciudadanía, que ha otorgado abrumadoramente su confianza
mayoritaria en los últimos años a quien representa sin duda
alguna valores esenciales como la honestidad, lealtad,
cercanía, laboriosidad, credibilidad y nobleza.
En definitiva, esta formación política rechaza totalmente
las manifestaciones despectivas vertidas por algunos líderes
políticos en la oposición contra unos ciudadanos, que en dos
ocasiones consecutivas han ofrecido su apoyo mayoritario a
un representante político, que ha devuelto la serenidad a la
vida pública tanto, en el seno de la Asamblea como en la
propia ciudad, a pesar de los virulentos ataques
injustificados protagonizados en los últimos meses por
algunos líderes en la oposición.
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