Cuando uno viaja, con frecuencia,
y pasa por estaciones de ferrocarril, estaciones de
autobuses, aeropuertos o puertos de navegación, en más de
una ocasión tiene que hacer uso de sus servicios, por
aquello de que hay funciones que sólo las puede hacer uno
por sí mismo.
Naturalmente que, según es el estado de unos servicios, así
se suele valorar ese lugar, porque no cabe duda que no tener
en condiciones todo lo que atañe a la limpieza y a la
higiene, dista mucho de ser propio de un lugar o un
territorio, a tono con nuestros días.
Quienes vivimos en Ceuta, necesariamente, tenemos que pasar
por el Puerto de Algeciras, tanto al salir de aquí, como
cuando venimos de regreso a Ceuta, tras unos días por la
península, o por donde hayamos estado, y en más de una
ocasión, porque te lo pide el cuerpo, hay necesidad de hacer
uso de esos servicios, en el puerto del otro lado del
estrecho.
Yo estaría mintiendo si no valorara lo que es hoy el Puerto
de Algeciras, un puerto en el que en los últimos treinta
años se ha pasado de ser de miniatura, a ser un gran puerto
en todos los sentidos, mejor dicho en casi todos.
Y he rectificado de todos a casi todos, porque si uno no
viene con vehículo propio y pasa directamente al barco, por
la parte de arriba, allí está todo acondicionado de una
forma normal, mejor podría estar, pero con lo que hay se
cubren las necesidades más imperiosas, tanto si tienes que
estar esperando un rato, como si necesitas ir a tomar un
café o, especialmente, si tienes que ir al wc. Hasta aquí
todo normal.
Lo malo es cuando uno viene con su propio coche y ya te
encuentras en la zona de embarque como si hubieras llegado a
no sé qué otro país, en esos accesos en los que te controlan
el billete, que no parece propio de la España de hoy.
Al llegar ahí empiezan las dudas de si estamos en un gran
puerto o en algo que lo quiere ser, muy especialmente si uno
tiene la necesidad de ir al wc, que cuando está abierto
aquello es peor que un bañadero de cerdos y en otros casos,
como el pasado miércoles, a las dos de la tarde, estaba
cerrado.
Es una vergüenza que este tipo de servicios estén
clausurados, porque la autoridad portuaria o no quiere, o no
sabe, o no le da la gana de que eso esté en orden y en
condiciones para uso de los viajeros, que pagan y muy bien
lo que se les pide para cruzar al otro lado.
Va siendo hora de que, en este país, en el que no se puede
fumar, por ejemplo (no soy fumador) mientras te tomas un
café en el bar, en vez de preocuparse, con leyes incluidas,
de tantas chorradas, se atienda aquello que es de suma
necesidad usarlo en cualquier momento.
Algeciras, que en tantas cosas, está subiendo como la espuma
y que tiene un gran puerto, reconocido a nivel mundial, no
debe dar una imagen tercer mundista al no disponer de wc
dignos para los viajeros que pasan por la zona de embarque
con vehículos.
La autoridad portuaria tiene ahí su principal debe, un
verdadero punto negro que debería corregir, de inmediato,
salvo que ellos se crean que están viviendo en otras partes
del mundo, y no en el mismísimo sur de España. Una ciudad
que tiene lo básico para hacerse ver en el mundo, no puede
caer en esos defectos más propios de otros tiempos y de
otras tierras.
|