Ya han pasado las festividades
navideñas, confieso que bonitas eran las de chiquillo que
tenía esa ilusión y esa inocencia en nuestros corazones, a
mi edad lo que me gusta es la Semana Santa , el verano y por
supuesto el Carnaval, y haciendo reflexiones de año nuevo,
pienso retirarme un poco de algunas cosas y de estas que he
comentado hacerlas mias y no al gusto de los demás.
Hemos tenido las comidas del 24, del 25, del 31 y el 1 de
Año Nuevo, son turnos rotativos, una parte en casa de la
familia de mi mujer y la otra parte en la de mi madre, donde
las reuniones, saludos, charlas y comentarios de rigor,
hacen una pesadez mas o peor que las digestiones que he
tenido de las comilonas habidas estos dias. Mi padre siempre
era amante de las reuniones con los hijos, las nueras y mis
hijas. Le encantaba ver a la familia reunida, siempre he
pensado que mi madre, podría hacer mas comidas para juntar a
los hijos y ver como mi nieto Jesusito ya corretea con mi
sobrino Govinda.
Mi padre siempre me recordaba de la unidad familiar, por
cuanto el veía de los CLANES FAMILIARES, apellidos gloriosos
y contrastados que han sentado cátedra en muchos puestos de
trabajo, por la hegemonía continuista de la saga de los TAL
Y QUE CUAL.
Yo recuerdo a una vecina de no se donde, que si le hablabas
del PSOE, te metía un bocado en la yugular, se lanzaba como
un puma, luego contabas con los dedos y todos los hijos,
yernos, nueras, hijas, primas y demás estaban colocadas en
el puesto, tal y que cual. En Ceuta, hay ministerios,
organismos, secciones, y areas donde los apellidos
jerarquicos y de solera de rancio abolengo hacen su apego de
los puestos de trabajo, me imagino que estarían desde
siempre al tanto de las plazas a salir e iban dando la coba
a fulano de tal para ir metiendo a toda la prole familiar.
De esto di buena cuenta el pasado dia 31 en un bar de copas,
donde mi pareja y yo como dos pollitos solitarios,
apurabamos los cubatas y chupitos del 2010, llegó el
patriarca de los tal, de una seccion laboral de Ceuta del
sitio cual, y fueron llegando la prole, el hijo, el yerno,
la hija, la nuera, el cuñado, el tio, el sobrino, la prima,
la maruchi, la puri y la puti, y se fueron a propiando de la
barra de la esquina, se comieron sus aperitivos, nos fueron
dando codazos y nos echaron del rincon de nuestro sitio, nos
pusieron las cazadoras y abrigos en nuestra silla y al final
dijimos, hala vamonos porque me van a dar el final de año,
ah y de PRIVAR QUE NO TE MENEES...
Unos muchos, yo tampoco, estas son las historias de las
familias del regimen, no de antes sino de ahora.
Por eso cuando me manden emisarios, primero OFREZCANME CAFE...
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