Pasear por Ceuta es andar entre esculturas. Más de treinta
decoran la ciudad. Algunas como ‘Las dos columnas de
Hércules’ sentaron polémica con un traslado que no ha sido
acogido del mismo modo por todos los ciudadanos. Otras, como
las de los filósofos, o las alegóricas, se convierten en uno
de los reclamos principales del turismo. Osos, penitentes,
Gandhi, dragones, gaviotas, o hasta un legionario con su
oveja.
“Para mí, el Hércules ahí está feísimo”, dice Antonia.
“Tampoco está tan mal”, le replica su sobrina. “Es demasiado
grande para una plaza tan pequeña, queda destartalado”,
reivindica. “Pero si es que donde estaba antes no lo veían
los turistas”, añade Rafael. “Ya, pero le podían haber
buscado otra ubicación, que aquí agobia”. “¿Y si no tenían
dónde ponerlo?”. “Si es que ese es el problema, que se nota
que el Hércules estaba hecho para otro sitio”. “Sin contar
el dinero que se han gastado los políticos con el traslado”.
“Normal con lo que pesa, hasta tres millones de pesetas se
han gastado”. “Las esculturas de los filósofos, o San Amaro,
eso sí está bonito”, concluyen.
La escultura ‘Las dos columnas de Hércules: Abyla y Calpe’,
realizada por el escultor Ginés Serrán Pagán, está ubicada
desde mediados de diciembre en la plaza de la Constitución.
La estatua de bronce, que desde el año 2005 se situaba a la
entrada del puerto, tiene siete metros de altura y pesa unas
ocho toneladas. Con su traslado, se pretende ampliar su
visibilidad ante los turistas. Sin embargo, no todos los
ceutíes aprueban este cambio.
Las más de treinta esculturas que se distribuyen por el
centro de la ciudad se han convertido en su seña de
identidad. “Yo es la primera vez que vengo a Ceuta”, dice
Juan Luis, “y la ciudad tiene su encanto. Las esculturas son
un complemento que hace muy interesante el paseo”.
De camino al puerto, a un lado del Hércules, que comparte
plaza con el monumento a la Constitución, de Francisco López
Hernández, se ubican una serie de bustos dedicados a
filósofos. Esculpidos por Ginés Serrán, el paseo de las
Palmeras queda convertido en un escaparate de sabios
clásicos: Homero, Platón, Aristóteles... “Son personajes que
son de la humanidad, y así se dan a conocer”, apunta
Cayetano, nacido en Ceuta.
Al otro lado, en la plaza de la Constitución pero en
dirección al paseo de la Marina Española, otro reclamo de la
ciudad son las seis alegorías al Trabajo, la Paz, la
Industria, el Comercio, las Artes y África. Son una copia,
realizada por los hermanos Pedrajas, de las originales de
los hermanos Carlo y Silvio, Nicoli y Manfredi. Son solo un
detalle. Hay muchas más. Desde ‘La Perla del Mediterráneo’
hasta estatuas de gaviotas.
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