La Confederación Democrática del Trabajo (CDT) decidió
suspender a partir del 1 de enero de 2011, sus relaciones de
cooperación con los sindicatos españoles por sus “posiciones
hostiles a la integridad territorial del Reino”, tal y como
informaba el pasado 31 de diciembre la página web ‘Agence
Magreb Arabe Press’. Las reacciones por parte de las
organizaciones sindicales de Ceuta no se han hecho esperar.
Más concretamente, la Unión General de Trabajadores -UGT-, a
través de su secretario general, Antonio Gil, “lamenta que
el sindicato marroquí, teniendo relaciones con los españoles
a nivel nacional, tome una decisión de éstas”.
Y es que, según Gil “es una decisión errónea. Se puede estar
de acuerdo o no con ella, aunque hasta cierto punto se puede
entender el alineamiento con su Gobierno”, continúa. Sin
embargo, “por encima de todo se encuentran las resoluciones
llevadas a cabo por la Organización de las Naciones Unidas y
hay que ser respetuoso ante sus medidas”, relata el
secretario general de los ugetistas en Ceuta. Gil también
solicitó “que se cumplan siempre, en todas las
circunstancias estas medidas ya que si no, no seríamos ni
independientes ni imparciales”. En definitiva, para el
representante sindical este tipo de declaraciones “para nada
contribuyen a la necesaria cooperación de defender los
intereses de los trabajadores siempre”. “Eso es lo que nos
tiene que preocupar u ocupar”, concluye Gil.
Las informaciones de la agencia de prensa explicaban que la
CDT en una carta dirigida a las organizaciones obreras,
invitó a reconsiderar sus posiciones ilegítimas y su apoyo
al frente polisario”, subrayando que la clase obrera
continuará su militancia, movilizará sus potencialidades y
energías nacionales y no escatimará ningún sacrificio para
“consolidar la unidad territorial de nuestras provincias del
sur, reforzar la movilización nacional para la liberación de
Ceuta y Melilla y de las islas que dependen de los dos
presidios ocupados, así como la edificación de una sociedad
democrática”, explicaban.
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