La apretada agenda de Sus Majestades los tres Reyes Magos de
Oriente continuó después de una comida frugal y un merecido
descanso en una estancia hotelera de la Ciudad. Melchor,
Gaspar y Baltasar, continuaron con su programa con una
precisión impresionante, llegando alrededor de las 17.00
horas hasta la Residencia de Mayores de ‘Nuestra Señora de
África’ para luego proceder a la Cabalgata de Hadú.
Tras una comida frugal y descanso en una estancia hotelera
de la Ciudad, Melchor, Gaspar y Baltasar retomaron el camino
hacia la barriada de San José de Hadu.
Pocos minutos antes de que se cumplieran las 17.00 horas,
hacían su llegada Sus Majestades y algunos de sus pajes a
las instalaciones de la Residencia de Mayores de ‘Nuestra
Señora de África’, donde fueron recibidos como se merecen y
donde estos mágicos reyes repartieron ilusión entre todos
los allí presentes.
Mucha alegría se respiró en la Residencia donde más de uno
quiso recordar aquella ansiada niñez y se dirigieron a
Melchor, Gaspar y Baltasar para pedirles sus deseos para
este año que prácticamente acaba de iniciarse, y más para
hoy martes 6 de enero.
Tras esta emotiva visita a la Residencia de Mayores,
alrededor de las cinco y media de la tarde Sus Majestades
salieron desde el acuartelamiento de González Tablas, en la
calle Teniente Coronel Gautier. Esta vez viajaron en tres
carrozas automatizadas y acompañados por un séquito de pajes
a caballo aún más numeroso que el que les siguió durante la
mañana, unos treinta entre caballeros y amazonas. A ritmo
de’Campanas de Belén’, ‘Dame el aguinaldo’ y ‘Ya vienen los
Reyes Magos’, canciones interpretadas por la Asociación
Cultural y Banda de Música Ciudad de Ceuta.
Sus Majestades lanzaron caramelos ante una multitud exaltada
por los suculentos dulces: tanto niños como mayores se
agachaban sin cesar para recoger las coloridas golosinas que
caían a la calzada.
La algarabía que iba y venía a la caza de caramelos fue tan
frenética, que muchos de los pequeños de cortísima edad que
acudieron a saludar a Sus Majestades tenían que recibir los
caramelos de manos de sus padres, que recolectaban los
dulces que llegaban en tromba hasta las aceras donde se
encontraban.
Tras recorrer la calle Teniente Coronel Gautier y llegar al
cruce del Morro, la procesión expiró, apenas una hora más
tarde la salida. Aún quedaba por cumplir con la última y más
importante etapa de la travesía: a las 19.30 horas salían de
Maestranza y aún quedaban muchos caramelos por tirar.
Bajaron de la carroza real, montaron en un Mercedes y
marcharon cuesta abajo en dirección al centro de la Ciudad.
Pero antes acudieron al Hospital Universitario para también
llevar la ilusión y la alegría a aquellas personas que por
diferentes motivos no pudieron acudir a la calle para verlos
y se encuentran ingresados en el Hospital. Hasta allí se
desplazaron y llenaron de alegría cada rincón del nuestro
centro hospitalario.
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