El Ingesa informó ayer del alta de un vigilante de seguridad
que fue agredido en el Servicio de Urgencias la noche
anterior por “un grupo de personas alteradas” que entraron
de forma “violenta” exigiendo un médico para un niño que
llegaba acompañado de sus padres. Las lesiones apreciadas en
la víctima, A.A., entre ellas, traumatismo craneoencefálico,
se consideraron de pronóstico grave, aunque por la mañana se
le dio el alta. Por estos hechos, y según se confirmó por
fuentes oficiales, se detuvo a tres personas que fueron
puestas a disposición judicial.
La Junta de Personal condenó el acto de violencia que
presuntamente sufrió el vigilante y en un comunicado anunció
que estudia interponer medidas jurídicas. Desde Prosegur, la
empresa a la que pertenece el vigilante, informaron de que
respaldarán al Hospital en todas las acciones que decida
emprender. Asimismo, Rafael Lavers, secretario general del
Sindicato Médico (CESM), manifestó en nombre de la entidad
“la mayor repulsa a estos actos de violencia”, hizo un
llamamiento a “analizar por qué pasan estas cosas en la
sociedad”, e instó a los usuarios del Ingesa “a un mayor
civismo”.
Los sindicatos estudian qué medidas emprender y esperan
reunirse en breve para debatirlo. De momento, CCOO ha
adelantado que seguirá las mismas líneas de acción que en
ocasiones anteriores: “Pediremos más personal de seguridad
porque no es razonable que en un hospital siete veces mayor
que el antiguo, haya el mismo número de trabajadores”.
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