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OPINIÓN - MARTES, 4 DE ENERO DE 2011

 

OPINIÓN / PERSONAL Y TRANSFERIBLE

“Ménage a Quatre”
 


Domingo Ramos
domingoramos@elpueblodeceuta.com

 

Ménage a trois” es una expresión francesa que, aparte del sentido erótico que pudiera tener, se utiliza para referir un arreglo entre tres personas. Pero nosotros nos hemos valido de dicha expresión para crear otra que se va a referir al encuentro entre cuatro oponentes que días pasados se enfrentaron en el Congreso de los Diputados. A saber: José Luis Rodríguez Zapatero, Alfredo Pérez Rubalcaba y José Blanco López, por una parte y, por la otra, Mariano Rajoy Brey. Ni que decir tiene que los tres primeros forman el meollo del gobierno y, el cuarto, acudía como Jefe de la Oposición.

Se trataba de la comparecencia del Presidente del Gobierno para dar cuenta de los hechos, gestiones y decretos promulgados, todo relacionado con la huelga salvaje llevada a cabo por los controladores aéreos que tanto ha perjudicado a los viajeros, empresas de hoteleras, de transportes, etc. y del último decreto de 4 de diciembre por el que se declaraba el estado de alarma para la normalización de un servicio público tan esencial como es el transporte aéreo. Rodríguez Zapatero, a nuestro parecer, se enredó en cuestiones técnicas, datos sobre las horas extras de los controladores, el número de los profesionales y la validez de los convenios del sector pasados y del actual haciendo hincapié en el acuerdo de la Audiencia Nacional avalando la ley que modificaba el sueldo de los controladores, basando parte de su actitud en esta decisión frente a la crisis provocada por este colectivo de empleados.

Mariano Rajoy inició su parlamento (uno de los mejores que le hallamos escuchado) criticando a los “únicos culpables directos de la crisis aérea”, la gestión del ejecutivo socialista ante y durante el “intolerable chantaje” anunciando “que no supondría más que una nueva manera de gestionar los asuntos públicos: la pasividad, la desidia y el no hacer nada”. prestando, eso sí, su aprobación y apoyo a la medida adoptada en evitación de la grave situación creada.

Es aquí donde entra en danza el “ménage a quatre” y la carga de profundidad que Mariano Rajoy, a través de una andanada que nadie se esperaba, espetó con una corta arenga altamente lesiva: “el Ministro de Fomento es un inútil total, con dosis importantes de caradura porque siempre encuentra una excusa para no asumir sus responsabilidades”. Luego continuó para indicar que “no seré yo quien emplee estos calificativos con el señor Blanco (uno de los “quatre del ménage” que levantaba la vista con claros signos de enfurecimiento) ni con nadie . “Tan cariñosos epítetos fueron los que dedicó don Alfredo Pérez Rubalcaba (otro encartado en la trama que trataba de fingir el mal humor que mostraba su agrio semblante) a un ministro de Fomento por unos retrasos en el aeropuerto de Barajas en el año 1999”.

Y mientras el Jefe de la trama (tercer participante en el “ménage”), conocedor de tantos dolos, artificios y confabulaciones de sus correligionarios hacia el de la Oposición asentía con un rictus que denotaba su contrariado estado de ánimo, el organizador del encuentro, o sea Mariano Rajoy, disfrutaba junto con los de su bancada (entre los que vimos a nuestro representante Francisco Márquez, más dedicado últimamente a los menesteres de parlamentario que a su principal ocupación en la Asamblea) de lo mas alto del clímax orgásmico que le había producido contemplar al malhumorado bloque socialista, con el beneplácito de los “peperos” que entendían como propia la cópula que había llevado a cabo Mariano Rajoy en el Parlamento quien agradeció la algarabía y prolongada ovación que se le ofrecía por el éxito de este enfrentamiento político que se nos ha dado por llamar “Ménage a Quatre”.
 

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