¡No se lo pierdan! ¡Los
“pensadores” del PDSC han inventado la pólvora inífuga! Y
califican de “desastrosa e infructuosa” la gestión de
Guillermo Martínez al frente de Turismo. ¿Y por qué?. Pues
porque hay que ofrecer la imagen de Ceuta al “turismo de
clase alta” marroquí del sur del país vecino.
Sí, a esa “gente bien” que vuela directamente de Rabat o de
Casablanca a Madrid a hacer compritas en “la milla de oro”
de Ortega y Gasset, se alarga de cuando en cuando a París o
tiene casa en Marbella. De hecho se ve a mucho marroquí
“pudiente” por el Puerto Banús, no tienen nada que ver con
los ostentosos árabes que vacían la joyería Gómez-Molina o
la boutique de Gucci y se llevan los modelos de Louis
Vuitton por docenas (incluidos los maravillosos mocasines
“monogram” que hacen juego con los bolsos, los recuerdo y se
me saltan las lágrimas de emoción) No. El turismo “bien”
marroquí es más fino y más comedido y se confunde
absolutamente con los madrileños y los adinerados vascos de
Guadalmina, vamos, que no se sabe quien es quien. Y, por
supuesto que, ese tipo de turismo busca un tipo de ocio
diferente al que puede ofrecer nuestra ciudad, lo primero es
que no tenemos campos de golf, lo segundo que carecemos de
clínicas abolengosas tipo Buchinger o Incosol, donde va la
gente bien a descansar y a hacer los novísimos tratamientos
“anti-aging” que cuestan una fortuna y que yo me prescribo
en solitario, tras arduos años de estudio por el exclusivo
coste de los libros de texto y los sabias indicaciones de
médicos allegados y así me ahorro más de seis mil euros que
cuesta el invento más otro tanto de estancia en la clínica.
Bueno, tampoco en Ceuta tenemos una Olivia Valere para tomar
una copichuela nocturna, ni los ultra-chic restaurantes
macro-pijos de Marbella, Madrid o Barcelona. Nos falta algún
que otro detalle de infraestructuras para atraer a los
marroquíes de clase media-alta y a los directamente ricos.
Y ¿Quién es el culpable según el PDSC? Pues Guillermo
Martínez de Turismo que hace una gestión “desastrosa e
infructuosa”. El lenguaje de la cacatúa y del lorito real.
La estulticia en estado puro y catatónico. La siguiente será
el acusar a Martínez de que, la realeza saudí se construye
palacios frente al Puente Romano de Marbella y no en el
Monte Hacho. Y la otra que, los sirios prefieren la
fortaleza de mármol y oro del exquisito Grey D´Albion de
Banús a los pisos del Paseo de las Palmeras, de eso tiene
también la culpa Guillermo Martínez. Por favor, vamos a ser
un poco coherentes, medianamente sensatos, un pelín cultos y
un algo menos catetos.
Ceuta tiene potencial. Y mucho. Para los andaluces. Y
también para el turismo de idiomas y de cultura que ha
salvado la economía de capitales como Málaga y Almería. La
oferta ceutí en el plano cultural no es buena, sino muy
buena y si los “sénecas” del PDSC hubieran tirado por
incentivar la llegada de estudiantes para los cursos de
español para extranjeros, promocionándonos a través de la
UNED, en las universidades y escuelas de idioma de Europa,
China y Japón, ofertando becas e incentivos atractivos, como
hicieron en Málaga, (“Español, paella y playita”), entonces
me parecería una idea normal y lógica, aunque desde este
periódico nos adelantamos unos cuantos años proponiéndolo y
consulten las hemerotecas, que para algo están.
Y las ventajas para los estudiantes extranjeros que puedan
llegar a Ceuta buscando turismo de idiomas y de cultura es
que no tienen que pasar por la frontera terrestre. Que es un
tipo de frontera que, de alguna manera, “desmotiva” al
turista. Creo yo que, con una frontera tan cutre y tan
hartita de salir en programas estilo “Callejeros” la gente
elegante del otro lado tiene sus dudas y les entra una
especie de aprensión. Y algo de agobio.
¿Y quien tiene la culpa de que la frontera no sea más
amplia, confortable y tipo Hendaya antes de Europa-Schenguen?
Pues, lógicamente Guillermo Martínez por no tramar para
alterar la situación geofísica de Ceuta.
¿Ven los inconvenientes de la crítica por la crítica y de
tratar de sacar ideas de donde no salen ni bellotas? Pues
quedar mal y en plan desairado.
Pero la solución es simple: Que el PDSC tire de sus
relaciones, amistades y contactos a nivel internacional, que
llegue a los claustros de las grandes universidades europeas
y americanas y oferte los cursos de español para extranjeros
en Ceuta (Español, paella, playita, pescadito y las más
espectaculares puestas de sol de Europa) o que se calle.
Eso, mejor se calla. Y de paso pueden apuntarse a algún tipo
de curso de “pensamiento creativo”. O directamente a los
“laboratorios de ideas” que esta escritora imparte por un
precio muy módico (más bien por “la voluntad” que como mucho
llega a que me inviten a un pastel en La Campana). Pero
cuando se está absolutamente vacío de ideas, proyectos
novedosos e iniciativas ilusionantes, mejor hacer “mutis por
el foro” y no hacerse notar. Porque, si se hacen notar la
gente sufre y lo pasamos mal porque sentimos una bochornosa
vergüenza ajena.
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