El pasado 30 de diciembre el Consejo de Ministros dejó
aprobada la propuesta del Ministerio de Educación de
establecer el Estatuto del Estudiante Universitario,
herramienta para fomentar una mayor participación e
implicación del estos en todo lo concerniente a la formación
educativa, así como informar sobre los derechos y
obligaciones de estos y crear un Consejo de Estudiantes
Universitarios.
El Consejo de Ministros del pasado 30 de diciembre reveló
una importante novedad en el aspecto educativo: la
aprobación del Estatuto del Estudiante Universitario, un
Real Decreto largamente perseguido para garantizar la
participación del alumnado en la política y gestión de los
centros universitarios. El Ministerio de Educación se fijó
este objetivo dentro del eje ‘gobernanza’ de la Estrategia
Universitaria 2015.
Este Estatuto incide en la declaración de los derechos y
deberes de los estudiantes además de configurar sistemas
tutoriales que deben desarrollar tanto el profesorado como
el personal especializado. Para esta norma, la atención al
universitario es clave para una correcta formación integral.
Asimismo, deja fijada la programación docente del estudiante
para conseguir un determinado título oficial, así como
muestra la naturaleza de las prácticas externas y regula el
derecho del alumno a una evaluación objetiva y una correcta
revisión de sus calificaciones.
Para el Estatuto es fundamental la convivencia y
corresponsabilidad en la universidad, por lo que contempla
la posibilidad de crear comisiones al respecto que debieran
estar formadas por estudiantes, profesores y personal de
administración y servicios. Los estudiantes y el Defensor
Universitario podrán asumir tareas de conciliación.
Otro avance es la creación de un Consejo de Estudiantes
Universitarios, como canal directo de representación ante el
Ministerio de Educación, similar al que ya existe para los
rectores y las Comunidades Autónomas. El Consejo deberá
informar sobre las propuestas políticas, velar por los
derechos de los estudiantes y convertirse en un cauce de
comunicación con el Ministerio y también en una eficaz
herramienta en la gestión de las quejas que puedan ir
surgiendo a lo largo de todo el curso académico.
Desde hace varios meses las principales asociaciones de
estudiantes españoles así como otras entidades académicas
han fijado las propuestas que, finalmente, se han visto
reflejadas en este Estatuto que tratará de involucrar lo más
posible al universitario.
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