Una mujer marroquí de 28 años de edad y en estado de
gestación denunció el pasado día 29 de diciembre, en el
Juzgado de Primera Instancia e Instrucción nº6 de Ceuta la
agresión y los malos tratos sufridos por dos agentes de la
policía nacional que se encontraban en el paso fronterizo.
La denunciante, casada con un ciudadano ceutí, resalta en la
denuncia que el pasado día 29, cuando se disponía junto a su
marido a entrar a las naves del Tarajal, dos policías
situados en la entrada de las mismas le negaron el paso.
Ante esta negativa pidieron a los agentes explicaciones de
su negativa cuando con anterioridad y delante de ellos ya
habían pasado por allí otras personas, a lo que los agentes
le contestaron “eso no os importa”, emplazándoles a
marcharse de allí.
En ese momento, la mujer debido a su estado de gestación
asegura que le vino un mal sabor de boca y que escupió en el
suelo, a lo que los agentes respondieron con empujones y con
amenazas.
Con el fin de que la cosa no fuera a mayores, la mujer y su
marido se alejaron de la zona. Una vez realizadas las
compras en las naves, la mujer regresaba a la frontera para
volver a Castillejos y los mismos policías la reconocieron y
empezaron a insultarla diciéndole “esta puta no va a pasar
por aquí”, arrancándole de las manos la compra realizada y
golpeándola en la tripa, no dejando además que el resto de
personas presentes se acercaran para socorrerla.
La mujer cayó al suelo y una vez allí los agentes
continuaron golpeándole, tal y como recoge la denuncia
presentada y a la que ha tenido acceso este periódico.
Cerca de dos horas estuvo la mujer tirada en el suelo hasta
que una ambulancia llegó a por ella para trasladarla al
hospital donde se le realizaron diversas pruebas médicas y
se procedió a rellenar el pertinente parte de lesiones.
El marido de esta mujer marroquí, acudió ayer al diario EL
PUEBLO para mostrar su indignación ante esta situación que
según él, “se produce asiduamente en el territorio español
de la frontera”, destacando que son continuos “los tratos
vejatorios que una autoridad no tenía que dispensar a
ninguna persona”. El marido de la agredida asegura que ha
observado que “muchas de estos policías vienen a Ceuta de
vuelta de todo y muestran una continua actitud prepotente y
poco respetuosa con el pueblo marroquí”.
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