El responsable de comunicación de Cruz Roja Ceuta, Germinal
Castillo, que fue víctima la pasada madrugada de primeros de
año de un disparo de perdigón mientras trasladaba a una
enferma al hospital, deberá aguardar una semana a la
evolución del balín (que debe encapsularse) alojado en su
sién para que sea más fácil su extracción. Castillo prestará
hoy declaración en la Jefatura Superior de Policía donde
agentes de la UDEV ya están tras la pista del autor del
disparo en Los Rosales.
“Me apena mucho que alguien no sea capaz de respetar el
símbolo que representa la Cruz Roja (...) y me apena mucho
más que Ceuta esté en boca de muchos por un suceso como éste
que se ha producido por la acción de un individuo que no es
representativo de nada, ni de nadie”, insistía ayer Germinal
Castillo quien guarda reposo en casa tras el suceso del que
fue víctima en la primera madrugada de este 2011. Recuerda
Germinal la labor de Cruz Roja en lugares inhóspitos y en
guerras donde en cualquier circunstancia el emblema de la
Cruz Roja es sinónimo de protección y de respeto por la
labor humanitaria que desarrolla. Para todo el mundo, menos
para un energúmeno que se esconde por la zona de Los Rosales
y al que busca la Policía. Concretamente los agentes de la
UDEV trabajan sobre el terreno averiguando más sobre el
incidente. Precisamente esta mañana, la víctima acudirá a la
sede de la Jefatura Superior de Policía para prestar
declaración y formalizar la correspondiente denuncia que
judicialice efectivamente el suceso.
El disparo se produjo desde el callejón de Narváez Alonso
cuando la ambulancia circulaba por la vía principal en
dirección al Hospital Universitario por la ruta de Sidi
Embarek, la más cercana desde donde se atendió a la
embarazada que trasladaban desde Otero.
Germinal Castillo que tuvo ayer que pasar por cirugía deberá
esperar a la evolución del balín durante una semana. Se
espera que se encapsule y se pueda extraer con mayor
facilidad. El voluntario de Cruz Roja mantiene buen ánimo y
está seguro de que la entidad cala en el corazón de los
ceutíes, sin ninguna duda.
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