Niña, que todo lo dejas para última hora. Esas son las
frases que se escuchan el día 31. El motivo por el que
algunas tiendas están hoy a rebosar. Quedan unas horas para
que recibamos al 2011 y todo el mundo quiere entrar en el
nuevo año con sus mejores galas. La casa decorada desde hace
semanas, la comida preparada, el vestido comprado desde hace
días... ¿Y qué falta? Peluquería y mercería, los detalles de
última hora.
María del Mar regenta la peluquería ‘Alicia’, que es el
nombre de su hija, y tiene diez encargos, todo mujeres, para
el último día del año. Así que calcula que, por lo menos,
hasta las cinco y media de la tarde tendrá que trabajar hoy.
“Pero vamos, peinados nada más... Mucho trabajo y poco
dinero”, sostiene ella.
Por su parte, en ‘Belleza Nueva’, la peluquería que regentan
Carmen y Lorena, tienen catorce citas. “La crisis se está
notando, pero por lo menos vamos a terminar bien el año”,
apunta la primera.
Aunque sin cita previa, también los hombres son coquetos
esta noche. Lo saben en dos de las peluquerías de caballeros
que hay en la ciudad, ‘Yasmina’ y ‘Paseo de la Palmera’, en
las que ya calculan que, al menos hasta mediodía, les tocará
realizar algún corte de último momento. “Eso sí, cosas
sencillas”, apuntan.
Otro de los elementos imprescindibles de una noche tan
especial, y tendente a quedar en el olvido hasta el último
momento, son las medias (o pantys, que es más habitual).
Como marca la etiqueta, negras. Y tupidas (Las
transparencias son para el día a día). Así lo asegura
Esperanza, que, aunque cambiando de ubicación, lleva diez
años regentando su mercería. También aclara que las mujeres
que se atreven a desafiar al negro, se acercan a la mercería
cargando con el vestido para comprobar qué color le viene
bien. Suele caer algo de fantasía.
Otra prenda que se vende mucho estos días es la ropa
interior. “Ya no hay el pudor de antes, son muchos los
hombres que se acercan a comprar un conjunto de ropa
interior para regalárselo a sus mujeres”, asegura ella, y
añade: “Vienen teniendo claro qué quieren regalar, ¡pero
nunca se saben la talla!”. Aunque esta noche, lo que la
tradición marca es que calzoncillos, bragas y sujetadores
sean de color rojo. El color más vendido en la mañana del
31. Que se sea o no supersticioso, un poco de buena suerte
nunca es mal recibida.
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