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melilla - JUEVES,30 DE DICIEMBRE DE 2010

 

barriadas

Vecinos de Callejón de la Marina protestan
por la dificultad para acceder a sus casas

MELILLA
Paqui Sánchez T.

ceuta
@elpueblodeceuta.com

Los vecinos del Camino de Huerta Pimentel y el Callejón de la Marina mostraron ayer su indignación por las molestias que, según dijeron, se les está ocasionando por el túnel de la Carretera de Alfonso XIII, primero por las obras de construcción, y después por la dificultad que ahora tienen para poder acceder a sus viviendas. De los dos caminos que antes había, uno se ha establecido como dirección prohibida y el otro se encuentra en muy malas condiciones.

Según explicaron en declaraciones a MELILLA HOY, antes se podía acceder a sus viviendas por la Carretera de Alfonso XIII, pero ahora ya no está permitido, por lo que sólo existe el camino del Callejón de la Marina.

Sin embargo, según relataron los vecinos, este acceso está lleno de baches, charcos y barro arrastrado de la obra del túnel, que han taponado el alcantarillado, lo que provoca un difícil tránsito complicado aún más por las múltiples actividades industriales de la zona, que hacen que muchas veces esté el trafico cortado en la carga y descarga de camiones.

La situación se complicó mucho más ayer, ya que el Callejón de la Marina estuvo cortado durante toda la mañana, hasta las 14,50 horas, por una grúa de grandes dimensiones que dejó incomunicadas a una veintena de familias sin información previa. Debido a que el acceso era imposible tanto a pie como en coche, los vecinos avisaron a la Policía Local, que sólo les respondió que comprobarían si los responsables de la grúa habían solicitado permiso.

“Una posible solución sería arreglar el Callejón de la Marina, regular las actividades y aparcamientos y dejar que bajásemos por la Carretera Alfonso XIII sólo los vecinos”, apuntaron estos melillenses afectados, que también se mostraron disconformes con algunos de los resultados de las obras del túnel.

Así, protestaron no sólo por las molestias sufridas durante los 15 meses de obras, sino también por el hecho de que no se haya repuesta la arboleda de la Carretera Alfonso XIII ni el muro de separación de esta vía principal con el Camino de Huerta Pimentel, que “evitaba ruido y proporcionaba intimidad”.
 

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