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melilla - JUEVES,30 DE DICIEMBRE DE 2010


zona afectada. melilla.

siniestro
 

Un desprendimiento se lleva por delante 20 metros de valla fronteriza

En la zona afectada siempre hay un guardia
civil vigilando que no entren inmigrantes, pero en el momento del suceso había abandonado el puesto para desayunar
 

MELILLA
Paqui Sánchez T.

ceuta
@elpueblodeceuta.com

Los cortados de Aguadú sufrieron ayer un desprendimiento de rocas que se llevó por delante un tramo de 20 metros de valla fronteriza. Afortunadamente no hubo que lamentar daños personales, a pesar de que en esa zona hay siempre un guardia civil durante las 24 horas del día para vigilar que no se produzca una entrada de inmigrantes por este punto. La ausencia de víctimas fue posible porque, casualmente, el agente encargado de cubrir la zona había salido un momento para desayunar en el momento del suceso, que tuvo lugar en torno a las 9,00 horas de la mañana.

En declaraciones a MELILLA HOY, la Delegación del Gobierno informó de que en concreto se había producido un “desprendimiento natural de rocas” en la zona de Aguadú lindante a la valla fronteriza que protege el Dique Norte contra la entrada irregular de inmigrantes. En concreto, este punto se encuentra a espaldas de la planta desalinizadora, y el paso de personas está restringido por riesgo de desprendimiento, tal y como informa un cartel ubicado en el camino de acceso.

Precisamente por esta razón, la Asociación Unificada de la Guardia Civil (AUGC) insistió ayer en la denuncia que lleva tiempo haciendo sobre esta cuestión. “¿Por qué si el acceso está restringido por peligro de desprendimiento obligan a que haya un guardia justo en ese sitio?”, se preguntó la Ejecutiva de la AUGC, que consideró incoherente esta orden de la Comandancia cuando desde la garita que hay en la carretera de acceso a Aguadú “se divisa perfectamente toda la zona sin necesidad de correr riesgos para la integridad” de los agentes.

“Estamos expuestos. Es excesivo que jueguen con nuestra vida. Ya es demasiado”, denunció la AUGC, que destacó sobre todo lo “innecesario” que es que los guardias corran ese peligro cuando el servicio que prestan a los pies del acantilado “no es para evitar un mal mayor o salvar una vida, sino para recoger a los inmigrantes que llegan en patera y hacer de taxistas hasta el CETI, que es una infracción administrativa”.

La AUGC recordó que hace justo una semana murió un guardia civil en una avalancha en Las Palmas, y su denuncia reiterada sobre el caso de Melilla va encaminada precisamente a que esa desgracia no se repita en nuestra ciudad.

Asimismo, esta organización de guardias civiles se mostró “muy molesta” con la Comandancia y la Delegación del Gobierno por lo que supone, dijo, un incumplimiento de la prevención de riesgos laborales. No en vano, subrayó que a los 20 minutos de haberse producido el desprendimiento, se ordenó que un guardia vigilara en la misma zona, aunque a 50 metros de distancia.
 

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